Una joya semiolvidada del maltrecho cine español, un alegato en favor de la libertad individual, una bella fábula realista y nada nostálgica sobre los hombres que verdaderamente construyen un territorio, los que no buscan la especulación.
TASIO abarca la vida de uno de estos hombres desde su niñez hasta su muerte; siempre en los bosques de Urbasa, siempre celoso de su independencia, Tasio mantiene intacta la llama de la tradición como único camino posible hacia la dignidad. No el hombre que vuelve al bosque, el hombre que se niega a salir del bosque.
También es relevante la belleza de la fotografía del gran José Luis Alcaine, pero habría sido vacua filigrana sin el discurso arrollador que propone Montxo Armendáriz, un cineasta irregular capaz de lo mejor (SECRETOS DEL CORAZÓN) y de lo peor (HISTORIAS DEL KRONEN).
TASIO comprende gran parte de ese cine español inexplorado que pocos se han atrevido a acometer, el que se expone abiertamente, con valentía; en palabras del gran Hank: que no se asusta de los sentimientos. Quien quiera ver en TASIO un canto a la independencia vasca que se vaya olvidando, pues la única independencia válida aquí es la individual, la del cazador furtivo que debe alimentar a su familia y que es perseguido, mientras las piezas son seleccionadas en el coto sólo por placer. La del trabajo durísimo y artesanal, ancestral, del carbonero, enfrentado a su pequeño volcán particular como prueba de la medida de un hombre.
A veinticinco años vista, no ha podido superar Armendáriz aún este impresionante debut, sobre todo por lo errabundo de su filmografía posterior, más preocupada de las formas que del fondo, pero carente sobre todo de un hilo conductor que haga exclamar al espectador: ¡Coño, una de Armendáriz!
Saludos agrestes.
2 comentarios:
Preciosa. Hombre, Las cartas de Alou a mi me la recuerda bastante en un tono bastante diferente. Y si que el resto...
Curiosamente, ésta pasó desapercibida, la del inmigrante se llevó el goya (si no recuerdo mal) y la peor de todas, la de los pijos, lo encumbra... Si es que vivimos en un país que...
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