Hace pocos días, me explayé lo mío en el otro blog acerca de lo que me parece la pantomima de los oscar y, por extensión, el panorama actual del cine comercial. Allí aludí a cierta película con 80 años de antigüedad (son 82, pero da igual) que volví a ver por tropecienta ocasión y que me devolvió el gusto por el cine bien hecho, con intención; no esa constante por amasar dinero a base de mediocridad maquillada.
Si THE GENERAL es una de las obras más importantes del cine de todos los tiempos, no es, desde luego, por hablar de temas "trascendentales" ni grandilocuentes. La cosa no puede ser más sencilla: Un tipo bastante pazguato, pero íntegro hasta la médula, que trabaja como maquinista de uno de aquellos cacharros humeantes, ve tambalearse su mundo cuando su supuesta amada lo acusa de cobarde al ser rechazado por el ejército sureño al pretender alistarse para la guerra de secesión; la verdadera razón es la carencia de maquinistas, pero el desencadenante ya está planteado de manera perfecta. Buster Keaton despliega tal abanico de recursos en pantalla, que el espectador avispado (y abrumado) sólo puede disfrutar del espectáculo ¿Cine comercial? ¡Por supuesto! Si yo nunca he estado en contra del entretenimiento, sólo de la mediocridad y la repetición burda. O mejor: si lo que queremos es erudición, entonces... Tarkovski, Bergman, Antonioni y poco más; lo que no quita que Keaton, intentando divertir a toda costa, consiga una de esas joyas inmortales e intocables. Según mis parámetros, toda una obra de arte. Sí señor.
Saludos a toda máquina.
1 comentario:
me falta ver cine de aquellos años.
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