viernes, 12 de mayo de 2023

Películas para desengancharse #102


 

Rara avis, aunque generadora de infinidad de referencias posteriores, THE PRINCESS BRIDE se eleva fácilmente sobre la categoría de mera película, enarbolando orgullosamente un culto que le pertenece por derecho propio. Ya el libro de William Goldman es francamente bueno, pero lo que él mismo hace en el guion es una mezcla inaudita de géneros, transitando desde la comedia absurda al romanticismo exacerbado, las historias de espadachines o de piratas. Incomprendida en el momento de su estreno, ahora es objeto de análisis que le den sentido a esta fórmula perfecta, tan encantadora como divertida, tan desprejuiciada como romántica. Pocas veces se ha logrado reunir un elenco tan bien ensamblado, inesperadamente podríamos afirmar. La princesa Buttercup, en la que no concebimos a nadie que no sea Robin Wright, o ese papel perfecto (el único de su errática carrera) para Cary Elwes como el enamorado Westley; la otra pareja, inolvidable, un gran Mandy Patinkin como Íñigo Montoya buscando vengar a su padre, junto a André el gigante, al que quieres abrazar cada vez que sale en pantalla. Perfectos también los secundarios, encabezados por Chris Sarandon componiendo un malvado deliciosamente de opereta, junto a Christopher Guest, Wallace Shawn, Peter Cook (véanlo en versión original) o Peter Falk narrándole a su reticente nieto una historia que luego se le torna tan irresistible como a quienes la hemos visto, primero como niños, volviendo a esa infancia años más tarde.
Y para rematar, una inolvidable partitura a cargo de Mark Knopfler y Willy DeVille, ni más ni menos...
No conozco a nadie que no le guste, a lo sumo que ya no le otorgue ese aura de mito infalible, pero es indudable que llegó un día sin que supiéramos de dónde había salido, pero sobre todo por qué ya no se hacen películas así...
Maravillosa.
Saludos. 

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!