miércoles, 7 de septiembre de 2022

Raoul Walsh. Escribir la Historia #1


 

Lo prometido es deuda. Nunca más, o por siempre, con ustedes uno de los grandes, en mayúsculas. Para mí uno de los cinco más grandes de la Historia, una historia escrita en mayúsculas y que ayuda a poner en orden lo que diablos quiera decir, desde hace ciento y pico de años, la armonía de la luz en negativo. Es Raoul Walsh, o un señor que contaba historias, como nadie; que forjó una mirada universal, insobornable, atenta al escrutinio humano, y que nos dejó un reguero de obras maestras descomunales. En la Industria, sí, y sin renunciar jamás a ella, sino, mejor dicho, dotándola de entidad e importancia. Recogiendo el legado de Griffith, "el padre". Codeándose con otros gigantes, que obviaré mencionar. Siendo, ni más ni menos, Raoul Walsh, con cuya vastísima filmografía voy a cometer la osadía de enfrentarme sin tregua de aquí en adelante. 
Van a ser muchas películas, grandes películas. Nos van a servir, además de para disfrutar el cine en estado puro que su cámara destilaba, para trazar ese camino de entendimiento, el que hace que el cine clásico sea otra cosa, el manantial inagotable al que cada neófito ha de zambullir su ignorancia, y salir mejor. Y empezamos con la primera, con un pequeño pero intenso relato biográfico, el de Owen Frawley Kildare, injustamente desconocido escritor, que bien podría ser el precursor de un John Fante, por poner un ejemplo, y cuya autobiografía plasmó Walsh en un film del que se conserva una hora escasa, que es una joya; que no es estrictamente su debut en la dirección, pero que lo colocó como fijo en la incipiente Fox con apenas 27 años. REGENERATION tiene mucho de Griffith, con el que Walsh lo había aprendido todo; un duro drama social, en el que Kildare se retrata a sí mismo como un superviviente, nacido en una familia desestructurada y con la pobreza empujándolo a convertirse en un gangster. Es la historia de su redención, de cómo logró escapar de un destino fatal, gracias a una joven de clase alta, la única que creyó en sus posibilidades como escritor, alejándolo de los barrios bajos neoyorquinos. Pero no se alarmen, a lo mejor no fue así. No importa, porque Raoul Walsh fue uno de los directores que mejor supo disfrazar la realidad, si ello le llevaba a hacer una buena película.
Eso, y no otra cosa, es el cine...
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!