sábado, 24 de septiembre de 2022

Aguas turbias


 

Aprovecho que el Pisuerga y tal para lamentar el hecho de que uno de mis podcasts favoritos (el nombre en el título) ha pasado a mejor vida tras ocho años de turbiedades varias. Con la cara de los tres de arriba me quedé, qué se le va a hacer. Pero yo venía fundamentalmente a hablar de THIRTEEN LIVES, el mastodóntico proyecto de Ron Howard, que recrea con pulcra fidelidad el tortuoso rescate de los trece desaparecidos en la cueva Tham Luang, en Tailandia, en 2018, cuando ésta quedó inundada por unas lluvias torrenciales. Francamente, me parece una pérdida de tiempo contar el argumento, porque ya lo deben conocer, y porque existe un documental que narra cada pormenor. Yo me centraría más en el esfuerzo por recrear milimétricamente un rescate tan sumamente complejo, sin tirar apenas de efectos digitales y sometiendo a los actores al sacrificio de poder hablar sólo un tercio de su tiempo en pantalla. Hasta ahí, se trata de un entretenimiento brutal, muy a la vieja usanza, sin salirse jamás de lo que un espectador medio podría demandar, pero quedándose (satisfecha, supongo) en un trabajo que se vuelve rutinario cuando el baile de inmersiones se va sucediendo sin solución de continuidad. Tiene momentos dramáticos, no tantos como Howard hubiese estampado hace treinta años, y un dominio en lo técnico que debe tener un equipo interminable detrás. Siempre ha sido así, porque estamos ante un director que conoce su oficio al dedillo, sin florituras, sin salidas de tono, como un clásico de toda la vida. Y se nota en lo controlados que están Colin Farrell, Viggo Mortensen y Joel Edgerton, rozando a veces la circunspección autoimpuesta. 
No se la recomendaría a todo el mundo, pero sé exactamente a quien se la recomendaría...
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!