viernes, 5 de abril de 2019

Idiosincráticos al poder



Otra de las incógnitas de las nominaciones a mejor película en los oscar fue descifrar qué llevó hasta allí a BLACKkKLANSMAN, el hiperpanfleto de Spike Lee contra la administración Trump, y cuyo valor cinematográfico queda desgraciadamente a merced de posturas intransigentes y autoindulgentes. Yo, que prefiero alejarme de las ideologías y quedarme con el objeto artístico en sí, no veo inconveniente en quejarme del ostracismo al que la Academia siempre ha condenado a Lee, pero tampoco creo que sea éste su trabajo más inspirado. Incluso, por curioso que parezca, tampoco me parece el más provocador y radical. Porque esta película la esperábamos, solo que no sabíamos quién daría el paso adelante para hacerla. Trump da para esto y más, y todo queda despejado en el elocuente epílogo, con unas imágenes reales que aún permanecen dolorosamente en nuestro imaginario colectivo. Más bien pareciera que lo que realmente le interesa a Spike Lee sea la manera de entroncar dos horas de metraje en los años setenta con esos escasos minutos pertenecientes a nuestro tiempo, aunque no deja de ser una sensación absolutamente personal. Otra cosa es la dificultad que demuestra para decidirse por un tono narrativo, que transita impúdicamente de la comedia al cine negro, y de la parodia más gruesa al trallazo emocional. Una mezcla prácticamente imposible de conjugar sin tener que recurrir a la propia idiosincrasia, la que eleva a Lee de la gran mayoría de directores. Sus aciertos se encuentran en los pequeños e inapreciables detalles; sus mayores defectos, en un casting francamente mejorable...
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

el título debiera ser "BLABLABLABLABLABLABLABLABLACKkKLANSMAN"

dvd dijo...

Jaja... Sí, Lee siempre ha sido un incontinente verbal, lo que le camufla muchos defectos, pero es que esta película es como esas comedias involuntarias en las que no sabes si vas a quedar como un gilipollas si te ríes...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!