lunes, 8 de abril de 2019

El tiempo equivocado



El cine de Julian Schnabel siempre tiene el mismo problema, parece un inserto, bello, delicado, bien distribuido, pero con un pie fuera del propio encuadre. No es que no me guste su cine, y de hecho no soy de los que afirman que su cine sea relamido y esnob, pero es cierto que AT ETERNITY´S GATE radicaliza esa especie de inserto, ya que no se llega a decidir por el retrato biográfico, la semblanza desmitificadora o el elogio rendido, y teniendo en cuenta la propia trayectoria de Schnabel como pintor y lo pictoralista de su cine, es difícil abandonar la sensación de que las imágenes del director neoyorquino estipendian su tributo al pintor holandés enclavando su figura en la visión del propio Schnabel como pintor. La película en sí es irregular, alternando momentos magníficos (ese sacerdote interpretado por Mads Mikkelsen) con demasiados intrascendentes o decididamente prescindibles; además, la historia de Van Gogh es ya de dominio público, y resulta complicado abstraerse de toda la mitología a su alrededor. En mitad de todo ello, Willem Dafoe dando una cátedra de interpretación. Su antológico trabajo y la maravillosa partitura de Tatiana Lisevskaya son lo mejor, con mucha diferencia, de una película que, mucho me temo, aunque no hace daño, no pasará a la historia.
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

no pasará a la historia pero es que es muy bonita. Así de tonto me pongo yo para comentar esta película

dvd dijo...

Es una película extraña, como todas las de Schnabel, que es un tipo que si te gusta orgasmas, pero si no te gusta es un pedante insufrible. Yo hay cosas suyas que me gustan mucho y otras que nada. Y bonita no sé qué decirte, yo la encuentro bastante tétrica y "desornamentada" (glups). Algo así como intentar representar ante nuestros ojos el mundo interior de Van Gogh, que suponemos bastante jodido. En cuanto a Dafoe, te digo lo mismo que de Hawke: simplemente incomprensible, porque está magistral...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!