jueves, 25 de abril de 2019

Ese extraño animal cebado



Acabamos (por fin) con el exhaustivo repaso a los oscar'19, y mañana haremos lo propio con los Goya, y lo hacemos con THE FAVOURITE, una película que gana descontextualizada, pero a la que cuesta aferrarse desde la perspectiva insoslayable de la trayectoria de su director, el griego Yorgos Lanthimos. Es ésta una historia deliberadamente ficcional aun en el marco histórico en el que se enclava, la Inglaterra de principios del XVIII, y más concretamente la abigarrada y asfixiante corte de la reina Anne, una especie de niña asustadiza y volátil, encerrada en el cuerpo enfermizo de una mujer madura. La reina no toma ninguna decisión, sino que está a merced de la voluntad de Lady Sarah, que es quien realmente gobierna en la sombra, gracias a la influencia obtenida por ser la amante secreta de la monarca. A la corte llega la joven Abigail, prima de Sarah y recomendada como sirvienta, pero que pronto se mostrará aún más pérfida y arribista; el resto es la crónica de un destructivo juego a tres bandas, en el que ni siquiera puede haber una ganadora, y en el que incluso la firma de un tratado de paz con Francia parece un mal augurio. Y luego está Lanthimos, quizá intentando desembarazarse de la alargada sombra de sus anteriores películas, aunque no se comprende THE FAVOURITE sin las fronteras autoimpuestas de CANINO, el juego de pasiones mentirosas de ALPS o los amargos sacrificios de LANGOSTA. Es, en definitiva, una película de extraña transición, quizá del próximo cineasta en el que Lanthimos se convertirá otra vez, aunque ustedes saben, igual que yo, que todos vinimos por la exhibición de Olivia Colman, Rachel Weisz y Emma Stone, cómo no...
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Yo creo que esta película no sirve casi para nada.
Salvo para ayudar a metamofosearse al director, como usted dice (dios le oiga)
Y para que los de la Academia se crean transgresores.
Pero para poco más.

dvd dijo...

Yo creo que se le nota demasiado que quiere hacer lo mismo que Kubrick, pero no le sale tan bien como a Thomas Anderson, que sí ha encontrado un lenguaje propio. No me parece mala ni mucho menos, sólo con poca personalidad. Lo mejor, las actrices...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!