jueves, 5 de julio de 2018
Una técnica poco depurada
En el cine de animación suele ocurrir que la distancia entre sus componentes discrepan entre sí, hasta tal punto, que realmente lo que más chirría es la falta de cohesión. El 3D, su resurgimiento hace ya algunos años, trajo consigo una especie de "todo vale" absurdo y ramplonista, que nos hizo transigir con inanes producciones muy menores, pero que exhibían impúdicamente la cifra y la letra, como si sólo aquello ya valiera para el menester de facturar una obra de mínima enjundia. Hace poco me encontré con un curioso título, BATTLE FOR TERRA, cuyo único argumento en contra es, precisamente, en el que más se insistía en su promoción. Curioso, porque las tres dimensiones aquí aportan poco o nada a una historia de por sí algo infantiloide, pero que rebosaba de mensajes positivos en torno a la posibilidad de reinventar a la humanidad como ser eminentemente ecológico. Aún más curioso, porque resulta que las voces de los personajes la prestó una augusta pléyade de rutilantes estrellas hollywoodenses, como Evan Rachel Wood, Luke Wilson, Chris Evans o Justin Long. Por no hablar de la extraña inclusión de una fabulosa y estratosférica banda sonora a cargo de Abel Korzeniowski, que recomiendo encarecidamente ser escuchada sin los insoportables diseños de personajes que le pesan una barbaridad a una historia que, para qué engañarnos, tampoco es nada que no hayamos visto antes, aunque quizá logre entretener a algún infante con poca exigencia cinematográfica.
Podía haber sido mucho mejor, pero es absolutamente olvidable.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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