miércoles, 16 de febrero de 2011
Exceso de pudor
NOISE es un oscuro título facturado allá por 2004 y directamente lanzado para el DVD y sus catacumbas menos frecuentadas; lo único que lo diferencia y salva de la hoguera es que sus intenciones de guión tienen buena pinta... hasta que el propio guionista se lo carga todo, claro. Todo es tibio en esta intrascendente producción, desde sus discretas actuaciones, empezando por la modelo Trish Goff (enésimo intento de buscar la nueva Audrey Hepburn, pero sin actuar), cuya unicidad de registros dan para un par o dos de bostezos, o la sempiterna Ally Sheedy, olvidada ya de sus fogosos inicios ochenteros y reconvertida en improbable psicópata que ha de hacerle la vida imposible a su recién llegada y divorciada vecina de abajo. Curioso, porque mientras nada es mostrado la película funciona, creando un desasosegante clima de extrañeza con esos ruidos a deshoras provenientes del piso de arriba, que incluso nos hacen dudar de la estabilidad mental de la protagonista; lamentablemente, me temo que el guionista (un tal Lance Doty) no llegará lejos, pues desaprovecha todo lo bueno creado en la primera media hora, justo cuando nos es mostrado lo más difícil de enseñar: el malo. A partir de ahí, todo se despeña hacia un desenlace más que previsible y capaz de provocar hilaridad en momentos de supuesta tensión. Es mucho mejor que cualquier telefilm de las tres de la tarde, pero no les recomiendo que se gasten el dinero en ella, mejor busquen fotos de Trish Goff en Internet, luce más y molesta menos... Y no es un comentario sexista, que la chavala es modelo fotográfica...
Saludos de un presidente de comunidad muy quemao de serlo...
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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