jueves, 24 de febrero de 2011

Franquicias y aseguradoras



Puede que animado por la reseña de ayer, haya venido a mi memoria un título de aquella factoría inagotable que fue la productora británica Hammer. Evidentemente, las diferencias entre ésta, de marchamo absolutamente reconocible, destinado al disfrute de un amplio espectro de espectadores, y el fallido experimento visual de los hermanos Hughes, apenas comparten puntos comunes, acaso un gusto por lo lúgubre como elemento inevitable del mal que no puede ser controlado y que crece como corrupción de seres y valores en un entorno que nos es familiar sin que mediase contacto, como es lógico.
Y como Freddie Francis es una debilidad personal mía, me acordé de DRACULA HAS RISEN FROM THE GRAVE, que, sin grandes alardes, se aprovechaba esencialmente de un Christopher Lee más animalesco y desatado que de costumbre y un retrato demencial de un pueblo indeterminado que cae bajo las sombras del demonio. Aunque para bizarro y antológico (además de los peinados ye-ye de los actores) me quedo con el despertar de Drácula, a partir de entrar su cadáver en contacto con la sangre de un cura... (¡Juasjuas!); además de toda la parte final, en la que los incautos habituales (uno se habría largado del pueblo desde primera hora...) suben un tortuoso camino hacia la demoníaca morada del príncipe de las tinieblas, que es mentar la bicha y salir pitando...
Yo siempre digo lo mismo de la Hammer, que hay que aparcar lo poco que sabemos de cine y regresar a un estado ideal de niñez; no hacer demasiadas preguntas ni reproches y disfrutar de la candidez y anacronismos típicos de una productora que, ahora que la crisis azota, podría ser un buen ejemplo de planificación y administración de recursos. Rescátenla si pueden.
Saludos colmilleros.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!