domingo, 27 de febrero de 2011

Viejos amigos



Una de las cosas que más me han gustado siempre del cine de John Frankenheimer es su concisión a la hora de poner imágenes al género más rabioso y descarnado; incluso partiendo de guiones más o menos descabellados, su inmenso talento para esquivar tiempos muertos e insuflar nervio ha logrado salvar lo que en otras manos podía haber sido poco menos que un desastre. Y uno de estos films, aparentemente del montón, de los que suelen salir varias decenas del Hollywood menos decidido, fue REINDEER GAMES, un thriller con héroe inesperado, malos torpones y chica maciza. Para entendernos, Ben Affleck, Gary Sinise y Charlize Theron, que ponen cara a este sólido y trepidante film que empieza de la peor manera, suicidándose con una apuesta suicida que terminará siendo la gran baza de la historia. Affleck sale de la cárcel decidido a enmendar sus pasos, a ello contribuye una chica con la que se ha estado carteando y que, contra cualquier pronóstico, le espera puntualmente al salir, teniendo en cuenta que no se conicían de nada. La chica resulta tener un hermano un poco majara que además tiene una banda de criminales y pretende asaltar un casino; así que Affleck se encuentra de repente en una encrucijada que se irá complicando a medida que va comprendiendo cuáles son las verdaderas intenciones de unos personajes que ocultan (él incluido) mucho más de lo que muestran. Acción trepidante, giros de guión inesperados y un final de auténtico pasmo, son las credenciales de una película que pasa ya de los diez años y que sorprendentemente no tuvo mucha repercusión en su estreno, pero que yo suelo recomendar cuando alguien me dice que está un poco bajo de ánimo y quiere experimentar un subidón de adrenalina; para eso, el cine de género siempre ha sido el mejor de los remedios.
Saludos desde el trineo.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!