Podría ser lo mismo, pero en el caso de GLASS ONION: A KNIVES OUT MYSTERY me parece que habría que hacer un inciso, pues estamos ante una buena película, bien hecha, con una estructura impecable, pero a la que no consigo encontrarle más allá de esa valía. No es poco, al menos para una secuela que más parece un reto personal, el de un director que es capaz de no acomodarse por mucho que su fórmula haya variado muy poco desde aquel deslumbrante debut que fue BRICK. Al igual que su antecesora, veo fundamental desvelar lo mínimo de una trama que, como su propio nombre indica, se estructura en innumerables capas, que confirman a Johnson como el excepcional guionista que es. De nuevo Benoit Blanc, esta vez en mitad de una lujosa fiesta entre un grupo de amigos a los que une tanto su amistad como los celos que se profesan. Habrá un misterioso asesinato, que en principio parece simulado, mientras las obras de arte que presiden la mansión de un "nuevo rico" de sospechoso parecido con uno que todos conocemos son mudos testigos de esta sinfonía de traiciones y engaños. Es muy disfrutable si uno no busca más allá de su organizadísimo mecanismo, pero en ningún caso está entre lo mejor de su autor.
Lo mejor: Edward Norton.
Lo peor: la inconcreción de su difuso tono.
Saludos.
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