Y siguiendo con los Goya, puede que una de las películas más inesperadas que concurrían este año fuese LOS RENGLONES TORCIDOS DE DIOS. Con un modelo más cercano al americano que al español, el acierto de Oriol Paulo es acercar la intrincada novela de Torcuato Luca de Tena, ya incomprendida en el momento de su publicación a finales de los setenta, a un público poco acostumbrado a ejercicios de estilo tan acusados como refinados. Paulo lo logra a medias (pese al acierto), maximizando la ambición por implementar una intriga de múltiples aristas, con un nada disimulado marco de refinamiento formal, aunque quedándose algo corto en cómo ha de ser la adaptación (existe otra, mexicana, de principios de los 80), en tanto que objeto trasplantado. El film es mejor cuantas más cosas cuenta, y ahí el mando lo lleva una imperial Bárbara Lennie, dando vida a esa extravagante mujer de clase alta, bella e inteligente, que ingresa "voluntariamente" en un centro psiquiátrico, supuestamente por mandato de su marido, aunque "en realidad" se trata de un plan orquestado. Ella es Alice, de ascendencia británica, y cuya verdadera ocupación es investigadora privada, lo que usará para llegar al fondo del turbio asunto para el que ha sido contratada: desvelar la verdadera causa de la muerte de un interno. Es mejor desvelar poco desde aquí, pues el guion se nutre de los múltiples giros ya existentes en la novela, desmadejando un perverso juego en el que nada es lo que parece, y el espectador deberá dudar incluso de la cordura de su protagonista, lo que hubiese necesitado un guion aún más fino y sutil. Aun así, merece la pena embarcarse en este audaz cruce entre el SHUTTER ISLAND de Scorsese o el celebérrimo film sobre instituciones psiquiátricas de Milos Forman. Sin llegar al nivel de ninguna de las dos, sí puedo decir que se trata de un producto de calidad, y que alude a la posibilidad de mirar hacia próximas fuentes de producción, sin obviar pretéritos anhelos, casi todos infructuosos o directamente fallidos.
Saludos.
2 comentarios:
Me pareció un salto cualitativo importante en la carrera de un director aficionado a los giros narrativos (en este sentido, la novela de Torcuato Luca de Tena parece un vehículo idóneo).
Saludos.
A mí me ha parecido una buena película de género, con sus excesos y licencias, pero también con sus aciertos. Una película al modo "clásico", que sin embargo quiere ser moderna a toda costa. En cuanto a los giros, es que toda la historia es un giro constante e indetectable, aunque siempre se tenga la sospecha de que vaya a acabar como finalmente acaba, claro...
Un saludo.
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