Uno va a una escuela para aprender, pero sólo de determinada manera. Lo que importa no es dónde, sino cómo. Lo sabemos, pero existen los planes de estudio. DOCTOR STRANGE IN THE MULTIVERSE OF MADNESS es una película que va de lista en un mundo donde eso no está necesariamente mal visto. Aquí hay muchos mundos, universos para ser más exactos, por lo que cualquier cosa debería estar permitida, ya que las reglas"de aquí" no deberían importar un comino en "otro lado". Es el problema, que el Universo Marvel cada vez se autoimpone más muletas, en lugar de olvidarlas y dedicarse a refinar el bruto sin aditivos. Siendo así, esta nueva entrega del doctor Stephen Strange no es ninguna vergüenza, sino un entetenimiento de lujo, uno más, que además se beneficia del desparpajo ochentero de Sam Raimi, que le da un tono más dinámico y aventurero. Por ahí muy bien, pero me da que aquí había material para dar un paso más y haber explorado el lado oscuro de los superhéroes, que también lo tienen. Personalmente, y porque me parecen complemento perfecto, les recomiendo esa maavilla que es WANDAVISION, sin la cuál esto se entiende menos.
Bien, y no es poco.
Saludos.
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