sábado, 16 de mayo de 2020
Amalgama maratoniana
THE LODGE es una película que se descalifica ella sola. Tras la estupenda e inquietante ICH SEH, ICH SEH, las cineastas austríacas Fiala y Franz vuelven a los ambientes apartados y claustrofóbicos, para poner en pie un relato no tan original como se presume, y que remite a multitud de títulos universalmente conocidos (por citar alguno, EL RESPLANDOR, LA MANO QUE MECE LA CUNA o LOS OTROS), pero con un problema fundamental y que no le permite respirar su propio aire. Todo lo apuntado en el demoledor arranque (lo mejor del film, sin ninguna duda), empieza a tambalearse cuando llega el momento de las explicaciones y los personajes deben interactuar con un mínimo de coherencia. Además, me basta con dar una pequeña sinopsis para que sean ustedes quienes juzguen: Te vas a divorciar de la mujer con la que tienes dos hijos, para casarte con una mujer más joven, pero a la que (fíjate tú qué cosas) has estado investigando, porque es la única superviviente del suicidio masivo de una secta, que dirigía su propio padre. Hasta ahí, hay que confiar mucho en la propia narrativa para no caer en lo meramente extravagante; la habilidad de las directoras para crear una atmósfera francamente malsana, es lo que mantiene el interés, pero hay otro salto mortal sin red, al llevar al extraño matrimonio y los reticentes hijos de él hasta una casa en el culo del mundo, rodeados de nieve. Y para colmo, el remate, que es el padre yéndose a no sé qué cosa y dejando solo a los niños con una mujer a la que apenas conocen. No sé, podría haber sido una bomba si el galimatías se hubiese resuelto con originalidad e ingenio, pero hay muchos lugares comunes y muchas referencias, lo que la deja en un aceptable artefacto, que asoma la cabecita por un par de escenas, pero que son a todas luces insuficientes.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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