lunes, 2 de diciembre de 2019
La vida en un cuarto
¿Qué puedes filmar si eres una estudiante de cine de apenas 23 años en China? Probablemente, lo que más cerca tengas. Eso debió pensar Liu Jiayin cuando rodó NIU PI (CUERO DE BUEY), radicalísimo film, hecho con una cámara de baja calidad, con la propia cineasta y sus padres como únicos protagonistas, y con una única localización: el pequeño y opresivo apartamento donde malviven los tres. Lo que Liu Jiayin consigue es lo que a tantos y tantos cineastas profesionales se les escapa, una inmersión hasta la asfixia emocional en la realidad, sin dejar claro si es un documental ni "contar" nada frontalmente. Hay algo de lo que el padre se avergüenza de su hija, aparentemente su altura, pero intuimos algo menos ordinario. El padre, que no cesa de discutir, con la madre, con la hija, con el mundo allá fuera, que se nos obliga a imaginar. Discusiones por todo, por el dinero, sin tregua en las comidas, filmadas íntegramente a lo largo de 23 planos estáticos, muy conscientes de sí mismos. Más que una película, una experiencia; e insisto: la maravillosa sensación de asomarnos al vértigo de lo real.
Liu Jiayin volvió a rodar, 4 años después, la segunda parte, pero se lo contaremos la semana que viene, por supuesto.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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