martes, 22 de abril de 2014
El fallo en el metrónomo
Uno de mis grandes deseos es ver consumada la realización de una película que sin renunciar a ser cine de terror clásico, sí intente sublimar su sentido atmosférico en una búsqueda que me parece necesaria y casi urgente. Primero porque cada vez me parece más difícil asustar al espectador medio, acostumbrado a atrocidades y exhibiciones de toda índole y truculencia probada incluso en programas que no deberían mostrar según qué cosas; pero sobre todo porque la mixtura de géneros (que está dando grandes satisfacciones) debería ahondar menos en el "efecto" y más en la invitación por recorrer un pasillo que nos lleve hacia la "nueva imagen" ¿Qué cosa, si no, es el modernismo? Un dulce espectáculo de canibalismo.
Me encuentro así con una película que me suscita curiosidad. Dotada de un título que sólo escribiré una vez, THE LAST WILL AND TESTAMENT OF ROSALIND LEIGH es obra de un joven director mexicano que se ha trasladado a Canadá, que tanto tiempo lleva apoyando al cine de género menos acomodaticio. Y si inicio y desarrollo bien nos podría prometer un intento de "post-horror", con largos desarrollos ambientales en lugar de los habituales sobresaltos, pero lamentablemente es más el entusiasmo del ensayo que el pulido del acabado. La película acontece en un solo lugar que es lo mejor de todo, una tenebrosa y recargada casa que el protagonista (también único) ha heredado de su madre, cuya voz, como si de un cicerone del más allá se tratara, le (y nos) irá guiando por lo que parecen ser unos secretos imposibles de revelar. Lo mejor, como digo, es precisamente ese itinerario, con suaves movimientos de cámara y la sensación de que cualquier objeto inanimado pueda cobrar vida en un segundo; lo malo es que ese tiempo pausado y moroso se ve despeñado en un tramo final absurdo y ramplón, donde ya se nos pretende asustar a cualquier precio. Es, una vez más, la dificultad para dominar el metrónomo en unos tiempos que van demasiado deprisa.
No está mal como curiosidad.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
3 comentarios:
Ay, qué rica!. A la saca.
Hay otra muy parecida pero mejor. Igual la comento mañana...
Vale, pero dímela hoy que no sé qué ver esta noche.
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