viernes, 25 de abril de 2014

Correr o pensar



En DISTRICT 9, su anterior film, el sudafricano Neill Blomkamp se saltaba una de las máximas imperantes en el cine de acción hollywoodense; su protagonista tenía poco de héroe y mucho de víctima involuntaria de un marco desolador e inabarcable. Sudáfrica era retratada poco menos que como un estercolero en el que un alienígena equivalía a un desahuciado, y la deriva de la película no era precisamente heroica, sino trágica y un poco amoral. Lo que ELYSIUM propone en materia puramente argumental no difiere mucho de aquélla, pero sí el sustento físico de su protagonista, puesto que no deja de ser curioso que quien entonces protagonizaba ahora sea el villano, y que un musculizado Matt Damon reparta los mamporros por una causa elevada, ayudado, eso sí, por un artefacto que convierte su cuerpo en una especie de arma mortal. Profundizando, diríamos que lo que hacía interesante a DISTRICT 9 desaparece completamente en ELYSIUM; y eso, en dos películas que prácticamente vienen a contar lo mismo, no es una buena noticia
¿Si no hubiese existido el precedente? Pues a lo mejor hablábamos de una cinta de ciencia-ficción y aventuras con un poco más de frescura que la media, pero yo al menos le hubiese pedido algo más de riesgo a Blomkamp...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!