lunes, 14 de abril de 2014
Una comedia sin corazón
Es cierto que Neil LaBute es un director que nunca me ha caído del todo bien, uno de esos eternos aspirantes demasiado pendientes de no descolgar su discurso por pendientes demasiado pronunciadas y que, sin embargo, despeñan cualquier cosa que caiga en sus manos en cuanto (se) piden mostrarse en esa ignominia de ser "serios". Curiosamente, vi DEATH AT A FUNERAL, el remake del film que (atención) Frank Oz dirigió sólo tres años antes, y mi opinión tenía algo que decir al respecto. Sí, es cierto, si no se hubiese hecho no pasaría nada, pero tiene su cosa la diametral diferencia entre una comedia que busca desesperadamente su veta familiar/clásica y lo que yo creo que hace superior a ésta: reírse de sí misma con un grado de escatología que, sin ofender (posiblemente por su evidencia), al menos suscita un debate acerca de la conveniencia de la corrección, política o de otra naturaleza. Y luego la verdad es que hay un puñado de actores correctos, esforzados, haciendo bien su trabajo y lo que es más importante, mostrando algunas de las claves a posteriores (y superiores, claro) producciones de las que no se ha hablado tan mal. Y termino con una recomendación: no vean las dos películas una detrás de la otra, porque no tienen mucho que ver y no les va a aportar ningún responso extra.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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