jueves, 8 de marzo de 2018
Un amor sin barreras
En el día de la mujer, UNA MUJER FANTÁSTICA. Me alegré una barbaridad de que el film de Sebastián Lelio ganara el oscar, porque creo que no partía como favorita, pero trata algunos temas cruciales para entender cómo de mal nos solemos comportar entre nosotros cuando no nos da la gana de reconocer que en el fondo somos malas personas. Quizá esta película chilena esté en las antípodas de cualquier perfección o refinamiento formal, y de hecho creo que Lelio, ya desde su anterior film, GLORIA, está más interesado en moldear a sus personajes desde dentro que en ofrecer otro "molde más", que sería más acomodaticio, pero también menos estimulante. Se ve desde primera hora qué es lo que Lelio nos va a narrar, la incomprensión con la que se encuentra Marina a partir del repentino fallecimiento de su pareja, un par de décadas mayor que ella y con el que estaba a punto de mudarse y formalizar su relación. Lo importante en esta película es eso, mirar de frente y llamar las cosas por su nombre, como Marina lo hace, con la obstinación y fiereza que da estar en posesión de la verdad, frente a los intolerantes y los obtusos. No tengo absolutamente nada más que añadir, quien quiera cambiar una coma se puede encontrar cambiando un nombre, un adjetivo, un género. Yo no lo haré, porque las mejores mujeres son mujeres como Marina...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
qué ganas de verla...
A mí me ha encantado, honestamente...
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