viernes, 16 de marzo de 2018
Aquel verano perfecto
Todos hemos tenido un verano adolescente, de descubrimiento, de experimentación. En esos veranos era muy probable que tuviésemos cara de tonto, que tanto equivale a decir que fuimos fugazmente felices, en algunos casos puede que por primera y última vez. Ha habido tantas cosas que hemos merecido tener y se nos han escurrido como arena entre los dedos, que nos hemos sentido culpables, empequeñecidos, observados como un insecto por un entomólogo; toda idea bella desechada, todo impulso refrenado. Y entonces, se acabó el verano.
Sólo un reproche a CALL ME BY YOUR NAME. El cine no es publicidad, y no se puede contentar a todo el mundo; cuando Luca Guadagnino entienda esto será un cineasta mayúsculo. Mientras tanto, contar con un excepcionalmente escrito guion de James Ivory es algo de lo que no muchos directores pueden presumir y aprovecharse. El film lo sostienen los actores, no sólo en estado de gracia, sino ajenos a toda homologación categórica, mientras Guadagnino lucha esforzadamente por buscar la perfección en cada imagen sin resultar relamido, lo que no logra siempre.
Y luego está la historia. Y ésta es una historia de Amor, con mayúsculas, porque, pese a que ustedes aún no lo crean, dos personas pueden amarse de forma pura, aunque para ello deban hacerlo a escondidas. No hay mucho más, ni mucho menos, excepto una película que pasa en un suspiro, como uno de aquellos veranos, a caballo de un puente de Monet... Bueno, sí hay algo más. Una escena hermosísima, en la que un maravilloso Michael Stuhlbarg habla con su hijo, cosa que recomiendo encarecidamente a todos los padres que estén leyendo esto...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
4 comentarios:
La película debería haber sido como usted la describe (así me la esperaba yo), lamentablemente es una película hortera, como los 80. El estilo anuncio del director no ayuda, desde luego. El guión es idéntico al de tantas películas eróticas que veíamos en los 70... Esto lo podía haber firmado el pedófilo David Hamilton (ojo , la acusación de pedófilo es solamente para Hamilton).
Coincido en que la escena paterno-filial es hermosa por inverosímil.
En el guión hay tanto italian topic que aburre (sale incluso el lago di Garda!!!)
Resumiendo, me alineo con los de la opinión de fantasía eróticoburguesa (y hortera, añado yo).
Jajaja!!... A mí me ha gustado, pero con reservas. Es como si este señor tuviese algo muy importante que contar pero no supiese muy bien cómo hacerlo. Lo de la pedofilia es cogérsela con papel de fumar, porque creo que con 17 años uno es mayorcito para saber qué hace cuando papá no mira, y de hecho todo eso desaparece en la escena de marras. Pero supongo que me ha podido el dulce engaño de verme trasladado a uno de esos veranos ya irrecuperables de los 80, que eran muy horteras pero más auténticos que los de ahora...
Lo de la pedofilia era solamente para David Hamilton, no para la peli.
Nunca veraneé en la Toscana. Yo veraneaba en las Delicias, barrio obrero de Zaragoza, algo que me parece una puta mierda, no es que esté orgulloso de eso ni me parezca mejor, de hecho, creo que es mejor veranear en la Toscana, pero el caso es que yo veraneaba por la plaza de Huesca que, por aquel entonces, estaba llena de jeringuillas.
Volviendo a al película, sigue exactamente el mismo esquema que todas las películas eróticas con las que me la onaneaba aquellos veranos aburridos de las Delicias, veranos de Ronaldos y sin melocotones.
En el día mundial de la poesía:
Te levantas de tu cama, todo está bien,
no tienes donde ir ni nada que hacer.
Llamas a tu amigo, quedas con él,
pones la mesa y te pones a comer.
Luego te tumbas en el salón,
ves un rato la tele en el sofá,
llega la hora de ir a Bilbao,
te duchas, te arreglas y coges el carné.
Ahí está tu amigo en el café,
dais una vuelta y bebes con él,
jugáis al billar después de esperar
y luego andando a casa, es de esperar.
Es verano, es verano aquí,
los días son todos iguales cuando es verano aquí.
Es verano, es verano aquí,
Muy bonita y muy "Coque Malla", sí señor...
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