lunes, 17 de abril de 2017
El espejo roto #10
En San Junipero, cuarto episodio de la tercera temporada de BLACK MIRROR, se hace absolutamente necesario no desvelar prácticamente nada de su magistral guion, que lo convierte en el mejor y más grande de toda la serie, y un hito en la televisión reciente, que debería haberlo encumbrado como un clásico instantáneo. Será por ese inicio que nos lleva a otro tiempo y otro lugar, los ochenta de las películas de John Hughes o Landis o incluso Spielberg; pero intuimos que esto es otra cosa cuando vemos a la apocada Yorkie totalmente desorientada, entrando en el bar de moda de ese sitio donde sólo parece haber diversión y gente joven ¿De dónde ha salido? ¿Quién es? Y sobre todo ¿por qué va a volver al otro día, y al otro y al otro? Yorkie conoce a Kelly, se gustan, se enrollan, pasarán un buen rato juntas. Pero algo se sale del guion, quizá algo que nos será desvelado en su momento justo, ni demasiado tarde ni demasiado pronto; una revelación que es la que dota a esta joya de su incalculable dimensión, que nos coloca como seres humanos ante una última y dolorosa cuestión, y que puede contarse incluso con la apariencia de una inofensiva comedia romántica ochentera, porque no podremos escapar de ello, ni siquiera buscando el amor en algo que quiere parecerse a la eternidad...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Bueno, recapitulemos.
Yo solamente he visto los dos primeros capítulos de la primera temporada y no me gustaron.
Más concretamente, el 01x01, el del cerdo, me parece una de las metáforas más pueriles de la historia audiovisual (algún día le dedicaré una entrada).
Qué hago?
Me veo directamente la tercera?
Confío en su criterio.
Si no se fía, véase sólo este capítulo, a ver qué tal...
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