miércoles, 30 de julio de 2014

América esquizoide



Y, bueno, vayamos con el tercer título "prometido" de John Frankenheimer; nada menos que SECONDS, de 1966, un devastador y terrorífico relato acerca de la pérdida de la propia identidad. Aunque sería más ajustado hablar sobre la no aceptación del yo y la voluntad de ser otro, una metamorfosis trascendente y programada para obtener un cierto estatus de felicidad, aunque con un caro precio: despojarse de quien una vez se fue. La película es oscura, fría, poco amable, una especie de advertencia sobre los cambios que el cine norteamericano empezaba a atisbar al mitigar el recurso clásico y buscando fórmulas que lo emparentaran con nuevos lenguajes narrativos. Todo comienza con un misterio, un largo preámbulo de tintes "lynchianos" en el que un banquero de mediana edad recibe una extraña nota con una dirección; lo que encontrará allí superará sus expectativas, máxime al recibir la llamada de un viejo amigo que creía muerto. Este hombre, perdido, temeroso, alberga una idea fija: su vida nunca le ha gustado y no puede perdonarse no haber luchado por sus sueños de juventud. Ahora todo puede cambiar, le es prometida una nueva vida, la vida que siempre deseó tener; será un joven artista, soltero, rico, envidiado... Por un lado, Frankenheimer usa el archirreconocible rostro de Rock Hudson como lienzo en blanco para retratar a un hombre que no se reconoce a sí mismo y que tiene ante sí el terrible dilema de ser otro; lo que parece ser idílico deviene pesadilla, y puede rastrearse claramente en una América que intentaba, por entonces, sacudirse los fantasmas de la guerra, o más bien mostrarse ante el mundo con una cara más saludable y amistosa. Signo de los tiempos, a los que John Frankenheimer, un director en perfecta sintonía con cada momento histórico, no podía sustraerse. SECONDS es una metáfora hiriente, un extraordinario ejercicio de relajado suspense y una especie de precursora de otra obra maestra, ésta contemporánea: nada menos que THE MASTER.
Apasionantemente escalofriante.
Saludos.

2 comentarios:

David dijo...

Es una película curiosa. Yo creo que en parte, "fallida".... pero tiene sus momentos ("fantásticos" por cierto y no por tratarse de una peli de ese género)... No sé dónde leí que Hudson precisamente interpretaría el papel pensando en lo que no era y lo que ocultaba. Mmm
Me quedo con el arranque de los créditos, el momento en el que "descubre" que sus vecinos son como él (terrorífico), cuando visita a su esposa y el final (tremendo). Es casi como un relato de Creepy o uno de la serie de Rod Serling alargado. Tal vez ahí hubiera sido un episodio mítico...como peli algo falla.
Pero aún así, merece la pena verse, desde luego.
Tengo la de The Master en el ordenador desde hace la tira (igual desde que la recomendó Mr.Lombreeze; jo, a ver si me pongo algún día; empieza a parecer mi leit-motif o como se diga (jaja)

dvd dijo...

THE MASTER es una obra maestra. Difícil, compleja, oscura, inclasificable, genial. Dentro de 25 años alguien con más crédito que yo lo dirá... Por si acaso yo me adelanto...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!