viernes, 20 de junio de 2014
Letras escondidas
OBSLUHOVAL JSEM ANGLICKÉHO KRÁLE (YO SERVÍ AL REY DE INGLATERRA) es una excelente adaptación literaria; y se le nota, para lo bueno y para lo malo. Por la parte positiva, diría que el veterano Jirí Menzel apenas necesita palabras para estructurar una narrativa directamente entroncada con el cine mudo y que se aprovecha de la gran expresividad, sobre todo, de su protagonista, el actor búlgaro Ivan Barnev, una mezcla de Dustin Hoffman y Charles Chaplin. Sin embargo, y sin haber leído la novela de Bohumil Hrabal (del que Menzel ya adaptó la estupenda TRENES RIGUROSAMENTE VIGILADOS), se especifica demasiado obviamente el carácter levemente mágico-realista de esta epopeya a través de varias décadas, las que contemplan al joven Jan Díte desde que vendía salchichas en la estación de trenes hasta que acabó regentando un hotel confiscado a los nazis. Antes fue camarero, conoció a un jefe de camareros que hablaba más de diez idiomas y que realmente sirvió al Rey de Inglaterra; y por último, arruinado pero feliz, recién salido de la cárcel, recuerda toda su juventud como un trasiego hacia ninguna parte, como si todos estuviésemos condenados a repetir nuestros errores. Cómicamente física, mordazmente dramática, se trata de un repaso a la complicada situación de los orgullosos checos tras la ocupación alemana, y de la dificultad para conciliar la paz ficticia instaurada por el Führer con la libertad para decidir de una nación. Así, Jan es testigo impasible de injusticias y malentendidos, y su mirada, siempre limpia de toda maldad, parece no comprender qué camino es el verdaderamente correcto. Tiene momentos hilarantes y otros de una belleza casi surreal; puro Menzel para quienes amen su cine.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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