domingo, 23 de junio de 2013
Rincón del freak #113: Parque Lupásico, o las ventajas del guturalismo inveterado y calzonero
Por ONE MILLION B.C., lo que casi todo el mundo conoce es la despechugada versión que el ínclito Don Chaffey perpetró en 1966 y a la mayor gloria de una Raquel Welch que ya nunca más (nos) enseñaría tanto... Pero hubo una versión anterior de este estropicio histórico rodado con con iguanas, cartón piedra y lentes de aumento, y la hizo otro inefable del batiburrillo comercial, nada menos que Hal Roach, quien fuese gran valedor de Harold Lloyd y luego de Laurel & Hardy, casi ná... Yo, claro está, imagino a aquella audiencia de 1940 (¡1940... jodó!) absolutamente embriagada con la posibilidad de una civilización prehistórica en tiempo de dinosaurios, aparte de la poca ropa lucida por las señoritas (peinadas a la moda de entonces... de los cuarenta, claro) y admirando los músculos de un Victor Mature que nunca se sintió tan cómodo con sus líneas de guion, que abarcaban aproximadamente unas dos líneas para 80 minutos de prehistoria inverosímil y gozosamente aliñada con trucos visuales, porque entonces no había efectos digitales, ustedes saben... La película, para qué engañarnos, no es gran cosa, pero su atávica excentricidad formal la hace irresistible como reclamo de frikis irredentos. Ah, y que Carole Landis también estaba un rato buena, que se me olvidaba mencionarlo. Para una tarde aburrida no tiene precio, pero poco más.
Un millón de saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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