miércoles, 26 de junio de 2013

El vil metal



Ustedes lo saben, yo lo sé. Todo el mundo sabe que los franceses no tienen gracia, tienen otras cosas, pero no gracia. Así que cuando los franceses deciden hacer una comedia pueden ocurrir dos cosas, que sea un pastelón infumable y alejado de lo que comúnmente se entiende por "gracioso", o que todo el argumento gire en torno a un ensalzamiento de los buenos valores cívicos y fraternales entre opuestos. Esto lo llevan haciendo los gabachos desde siempre en el cine, y no siempre con buenos resultados, pero una de las mejores comedias "puras" facturadas en Francia fue la traslación que René Clair hizo de la obra teatral de Georges Berr en 1931. LE MILLION plantea un enredo absolutamente diabólico en torno a un simpático sinvergüenza, un décimo de lotería premiado y una chaqueta prestada a un mendigo; es decir, que el décimo desaparece, los vecinos intentarán hacerse con él por todos los medios y ello dará como resultado un frenético guion de encuentros, desencuentros y engaños por todas partes. Si Berlanga hubiese nacido en Francia, ésta podría ser una suerte de PLÁCIDO, con menos crítica social y sí un deseo por celebrar que tras la codicia pura y dura aún puede existir gente que simplemente quiera ayudar a los demás. Para este verano caluroso, quien no pueda darse un chapuzón siempre podrá acudir a una refrescante comedia, como ésta... y, sí, francesa...
Un millón de saludos.


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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!