sábado, 1 de junio de 2013
Ecos de una Europa lejana
Pulsar diferentes estados cinematográficos alrededor de un punto común puede resultar una experiencia tan gratificante como a veces agotadora. No es lo mismo (aclaremos que de la primavera del 68 hablamos) angostar los márgenes "independientes" surgidos en Hollywood que bosquejar la deriva de todo el Cono Sur americano. Y si en Europa el movimiento centrífugo lo iniciaba Francia, no es menos cierto que países con un peso discreto comenzaron a desperezarse a raíz de aquel momento que, tal y como están la cosas, cada vez parece más una invención "tolkieniana"... En Escandinavia, que con tanta naturalidad han asimilado posturas progresistas (de sus claroscuros hablaremos otro día), es verdad que poco o nada había entre el gigante sueco, con un modelo de producción que permitía financiar casi cualquier cosa, o la aún balbuceante Dinamarca, recién desaparecido Dreyer. Sin embargo, curiosamente surgió un miniboom bastante intresante en Finlandia, cuya producción estatal siempre había seguido los pasos de la Svensk Filmindustri y nunca había dejado mucho margen a la experimentación. Son varios los títulos clave que recomendaría para iniciar tan saludable paseo por una cinematografía que siempre hemos asociado a Aki Kaurismaki, pero el de mayor calidad quizá sea KUUMA KISSA? (un elocuente ¿GATA CALIENTE?), que abordaba los vaivenes sexuales de una joven profesora que se debate entre la no dependencia de los hombres que la abordan sin cesar y la insalvable distancia ideológica respecto a sus conservadores compañeros en la escuela donde trabaja. Su vida se desmoronará tras conocerse que ha mantenido una relación escondida con un alumno, sin embargo, lejos de adentrarse por el folletín de denuncia, el director Erkko Kivikoski aprovecha el inteligente guion para aunar un fuerte alegato contra la hipocresía del pensamiento único (que llega incluso a recordar a la reciente JAGTEN), al tiempo que ofrece un valioso retrato de una sociedad tan desconocida para nosotros como la finlandesa y que también tuvo sus propias convulsiones tectónicas. Una película recomendable y que trasciende la mera curiosidad frívola.
Saludos helados.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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