martes, 9 de abril de 2013
Entre pillos anda el juego
Me entero de la muerte de Sara Montiel y..., hombre, enfrascado como me hallo en plena fiebre y efervescencia del western, no podía yo dejar pasar la oportunidad de hablar de VERA CRUZ, uno de los poquitos trabajos de esta señora en Hollywood. La película, la verdad sea dicha, deja bastante que desear, y fue más una apuesta personal de Burt Lancaster (a la sazón productor asociado) que un intento de la MGM por echar toda la carne en el asador con un reparto repleto de estrellas, aunque bastante desaprovechado. Dirigió un grande, Robert Aldrich, presa de un montaje apresurado y unas directrices que están cristalinas desde la misma estructura del film. Guerra Civil mexicana, revolución juarista contra las tropas del "impuesto" Maximiliano, y un par de expulsados de la otra Guerra Civil, la americana, en mitad de todo el embrollo; desafortunadamente, esto no es más que una excusa para ver a un Gary Cooper cascadete y vendiendo dignidad sureña, a Burt Lancaster en uno de sus peores papeles y probablemente haciendo publicidad de algún dentífrico, y, de paso, cambiándole el vestido a Denise Darcel cada cinco minutos, haciendo pasar a César Romero por francés y mostrando los encantos de una Sarita Montiel capaz de derretir un Winchester con un solo aleteo de pestañas. No hay más que ver el ínfimo recuadro al que quedan relegados dos actores tan carismáticos como Charles Bronson y Ernest Borgnine para darse cuenta de que ésta fue una producción repleta de altibajos. Para la historia quedará una histórica jota mexicana bailada por un negro que parece salido de los Globetrotters... Muy bizarro... Y, aunque es lógico que el subconsciente nos juegue alguna que otra pasada, no tienen más que echar un vistazo a este despropósito... al que no pudieron salvar ni las estrellas.
Saludos crucificados.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
4 comentarios:
Joder, cómo te pasas... Pues yo la revisité el año pasado en un ciclo de Aldrich y me pareció muy entretenida. Vale, prefiero a Cooper en El hombre del Oeste de Mann y ya puestos, me gusta muchísimo más (bueno, como que me parece un peliculón) la de La venganza de Ulzana con Aldrich y Lancaster no enseñando tanto la dentadura (cómo te pasas, tocayo). En fin... para mí, entretenida y se deja ver con agrado.
La de abajo me gusta más... y es que se entierra un dedo, claro.
Todos los que salen en esta película las tienen mucho mejores... Bueno, la Montiel no sé...
Coincido. Esta cosa es una vergüenza para el western.
Bah! Cuando os ponéis más puritanos que yo...
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