Señores productores, dejen ya de castigar nuestras últimas opciones de buen gusto; esto es: al menos no violen también a los clásicos. Sabemos que las ideas novedosas no interesan demasiado en el engranaje industrial, pero algunas cosas ya parecen de recochineo. Y es que el señor Joe Johnston, milimétrico y abnegado artesano de veintegenaria carrera, ha sido el encargado de reventarnos el mito de aquel lejano THE WOLF MAN que se estrenó el mismo año que CITIZEN KANE y THE MALTESE FALCON, y en la que George Waggner (misterioso director de corta y curiosa carrera), apoyado en el magnífico guión de Curt Siodmak (hermano de Robert), daba cuenta en poco más de una hora de las constantes básicas del horror gótico. No vamos a contar aquí otra vez de qué va la cosa, porque ya está bien la broma; simplemente me gustaría reseñar que Johnston necesita el doble de tiempo, la mitad de talento (detalle éste bien tapado por la soberbia interpretación de Benicio del Toro, que sigue ninguneado por la industria) y los habituales mondongos digitales envueltos en una oscuridad exasperante y que convierte la primera hora de esta nadería en un suplicio óptico. Allá ustedes si deciden verla, pero con un buen puñado de actores imperaba un trabajo más depurado de guión y no otro carrusel de zumbidos y personajes "tazmaníacos" correteando por todas partes. Ah, y aquí también sale la hija de Charlot desvelándole secretos de estado con cara agria a un Benicio del Toro que no se merecía esto, la verdad.
Saludos lupinos.
3 comentarios:
Parece que el horror gótico es mas fácil de recrear con una handicam (a lo REC) y con la serie B que con alto presupuesto y pretensiones comerciales. Yo estoy muy decepcionado con el horror moderno, y esta no es la excepción. Saludos!
Pues sí. El único avance verdadero ha sido el despegue hacia una experiencia sensorial más "verídica". Productos como éste no son más que peldaños preestablecidos de la maquinaria, que aportan poco pero hacen caja... No me ha entusiasmado mucho, la verdad...
Pues a mi más que tazmaníacos, me parecían ewoks encabronaos, jejeje. Malilla sí que es y previsible también. Me quedo con la original y con las otras dos que se estrenaron ese mismo año.
Un saludo
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