Me pregunto qué hay de malo en que una película sea divertida; en que su mayor triunfo consista en hacer pasárnoslo jodidamente bien y olvidarnos de que las cosas no son así fuera de la sala de proyección. El problema con la comedia actual es simple: no tiene gracia. Se impone el concepto televisivo del gag, la pausa, la risa, el codazo al vecino; pero pasan dos cosas, que ya nos lo sabemos todo de memoria o que, a fuerza de sofisticación, no nos enteremos absolutamente de nada. Un maestro a la hora de conjugar lo inteligente y lo zafio solía ser Woody Allen, la misión de las nuevas generaciones es intentar hacerlo olvidar con nuevas propuestas. Y una de las mejores comedias de los últimos ¿15, 20 años?, es THE HANGOVER.
Cuatro amigos se reúnen para celebrar por todo lo grande la despedida de soltero de uno de ellos; aunque habría que aclarar que uno no es exactamente amigo, sino el extraño hermano de la novia, lo que es conveniente aclarar de antemano. Tras llegar a Las Vegas en un flamante Mercedes, alojarse en una mogollónica suite y subir al tejado del edificio para brindar con unos inocentes chupitos, lo siguiente que vemos es 1: la suite destrozada. 2: un colchón colgando de la fachada. 3: a uno de los asombrados amigos despertándose en mitad del caos y descubriendo que le falta un colmillo. 4: en el baño hay un tigre. 5: en un armario hay un bebé. 6: el novio ha desaparecido y su móvil está en la suite. 7: ninguno de los tres recuerda absolutamente nada después del susodicho brindis. Así las cosas, lo primero que exclama uno, y sólo han debido transcurrir veinte minutos, es: What the fuck? Porque te preguntas cómo diablos va a resolver el director todo el lío. Pero esperen que aún hay más. Ya en la calle, y con el bebé desconocido a cuestas, el mozo les trae, en lugar del Mercedes un coche patrulla; uno de ellos se ha casado con una stripper; son perseguidos por un mafioso chino al que han birlado 80.000$ y hasta el mismísimo Mike Tyson se presenta ante ellos para hacerles una curiosa reclamación. Todo esto, sin que aparezca el novio, sin que ninguno recuerde nada y con la boda pendiente al día siguiente. Bien, pese a ciertos lugares comunes y guiños más que prescindibles, a los que alude inevitablemente su director, el desconocido Todd Phillips, lo cierto es que THE HANGOVER funciona como un mecanismo perfecto, capaz de tener al espectador más aventajado pegado al sillón hora y media; y esto, tratándose de comedia made in U.S.A., es impagable hoy día.
De lo más recomendable del año pasado.
Saludos desde... ¿uh?... ¿dónde coño estoy?...
3 comentarios:
Exactamente. Y la criticaron mal por ahí. Sabes que algunos críticos solo encuentran elevado los monólogos de un enano libanés con problemas sexuales. Aplaudo. Los créditos finales, lo mejor de la peli.
Es verdad... Las fotos son la hostia...
Completamente de acuerdo con eso de que no hay nada de malo con que una película pueda existir sólo para divertir, en primer lugar (que viva Leslie Nielsen); y que esta película es de las mejores comedias de los últimos tiempos. Y si: las fotos de los créditos son (disculpen la españolada, pero es la mejor expresión para el caso) la hostia.
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