Me he descubierto a mí mismo manoseando una especie de lista que he ido confeccionando con películas que por nada del mundo recomendaría ni a mi jefe... Luego me he dicho: "¿Un serial con semejante mierda?". No, no creo que lo haga; bastante he tenido con tragármelas yo. En vez de eso, y como me he visto con ganas de escribir pero sin planteamiento previo, me he acordado de una excelente película; y de que no la he propuesto entre las mejores de la década; y de que, además, es española...
... y un documental, me faltaría añadir. Lo que pasa es que EN CONSTRUCCIÓN es mucho más que un documental, porque sólo la intrincada visión de un poeta podría ofrecer una riqueza tal de matices en base a un puñado de afiches de cotidianidad. José Luis Guerin se fue a rodar a un antiguo barrio de Barcelona que estaba siendo sometido a un brutal proceso de derribo y reconstrucción; los andamios, los obreros, las ventanas de los pisos antiguos, sus ocupantes observando el trajín... El verdadero panorama urbano, no el cloqueante pijerío de Medem (un tipo al que le tengo auténtica inquina) o el mareante tapiz de lucecitas que Hollywood coloca justo detrás de imponentes sonrisas. Esto, y no otra cosa, es la ciudad, y Guerin lo entiende a la perfección. Luego es cierto que tiene un ojo más que certero para espetarnos toda esa verborrea comunal que ha de salir de albañiles que se paran a comer un bocata o de lúcidos lunáticos que miran el destrozo con angustia apenas disimulada; porque tanta o más importancia que la excelente fotografía de Álex Gaultier tiene el complicado montaje realizado por Mercedes Álvarez y Núria Esquerra, que dota a las imágenes de Guerin de esa extraña poética, hermosa e imprevisible, que sólo poseen algunas obras verdaderamente grandes. Y ésta lo es.
Y pensar que iba hoy con otra cosa...
Saludos enfoscados.
2 comentarios:
Cierto, las imágenes de Guerín son de una poética envidiable (aún recuerdo ese hipnotismo mágico de Tren de sombras). Este "documental" es maravilloso, mágico y humano, muy humano.
Un saludo
Muy buen documental en el que encontramos a personajes tan interesantes como el del abuelete que recoje casi todo, recordando aquella simpática y emocionante escena en la que le enseña varios de sus objetos a un conocido.
Un saludo!
Publicar un comentario