martes, 2 de agosto de 2022

Leni. El triunfo de la estética #5


 

TIEFLAND es la película maldita de una cineasta maldita. Un proyecto que tardó dos décadas en ver la luz, y que a su manera resume la extrañísima trayectoria de Leni Riefenstahl, principalmente todo lo que nos hemos perdido los cinéfilos en materia de avances cinematográficos. A mediados de los 30, la entonces joven directora se entusiasmó con "Terra Baixa", obra del escritor catalán Angel Guimerà, y que es considerada como una de las obras capitales en lengua catalana de todos los tiempos. La historia la conocen: Riefenstahl es requerida por el jefe de propaganda nazi, y el proyecto queda truncado. En 1940, un año antes de la WWII, pide a Hitler viajar a España, para buscar la localización exacta de la novela en los Pirineos, pero es desaconsejada por la precaria situación tras la Guerra Civil. Finalmente, logra rodar en Alemania, pero la guerra estalla y el film queda como queda, como un batiburrillo difícil de poner en pie con las partes rodadas. Leni retoma el proyecto una década después, realizando un trabajo de montaje que le lleva varios años, y que sólo pudo ver la luz en un tardío 1954, y para entonces el cine andaba ya en parámetros estéticos muy distintos, por lo que el fracaso fue inevitable y disuadió a la directora alemana de seguir haciendo cine. 
Vista hoy día, TIEFLAND tiene momentos brillantes, otros bastante ridículos, y un aura de historia siempre a contracorriente, sin poder superar los muchos avatares que la componen. Como curiosidades, el "supuesto" baile español ejecutado por Riefenstahl, a la sazón protagonista, o el polémico "uso" de los prisioneros gitanos de los campos de concentración alemanes para contar con unos figurantes que encarnaran lo que entendían como "etnia hispana". El argumento nos habla de una mujer que se gana la vida bailando en tabernas, un humilde pastor y el cruel terrateniente que queda prendado de la gitana. Ella no puede ver al pastor ni en pintura, y el potentado, venido a menos, idea un diabólico plan para poseer a la bailarina y no arruinarse: ella se casará con el pastor para que no pueda huir, y él hará lo propio con una acaudalada viuda.
Yo la recomiendo sólo a espectadores pacientes, que sean capaces de comprender las difíciles tareas de producción y quedarse con el resultado del testamento fílmico de una cineasta irrepetible... Aunque no hemos dicho que esto se acabe aquí y hoy...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!