Esta es la historia de Mark Read. El tipo era otra cosa, alguien bruto, de frente, sin una sola doblez. Como él mismo se definía, un buen tipo sin suerte. En realidad un asesino, un convicto por más de 20 años, un amigo que te apuñalaba o te cortaba los dedos sin ninguna acritud. Luego salió, se dedicó a dar entrevistas, escribió algunos libros y se murió de cáncer hepático. CHOPPER fue el debut de Andrew Dominik, un director con un gran talento para peinar a contrapelo, ponerte en imágenes exactamente lo contrario que irías a esperarte, y este extrañísimo biopic lo atestigua. Pero CHOPPER es, sobre todo, Eric Bana, entonces desconocido, y que aquí dio muestras de su gran talento para resultar tan cómico como brutal, como parece ser que era este tipo tan peculiar, prácticamente un sociópata en busca de aceptación, lo que me parece que contraviene cualquier manual psicológico. Es un film hecho a martillazos, que desdeña cualquier linealidad, pero en el que refulgen muchos cines de esos que llamamos "incómodos", desde Sam Fuller hasta el reciente S. Craig Zahler. Y han pasado 22 años de su estreno, y todavía se queda uno rascándose la cabeza preguntándose qué diablos ha visto, y si no lo ha visto ya todo...
Yo recomiendo verla dos veces seguidas, pero tampoco sé por qué...
Saludos.
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