jueves, 4 de junio de 2015
Los cosmopolitas endogámicos
Todos los años, en Cannes, se cuela algún que otro film "convencional", de narrativa más o menos clásica, con nombres reconocidos y reconocibles, con el fin, puede, de dotar al concurso de esa cualidad llamada "nombre", o simplemente sea mantener la balanza equilibrada frente a las posturas más arriesgadas. Dirigida por Yves Boisset, un correcto bordador de precisión con una larga trayectoria que incluía algún que otro polar, aventuras de espionaje internacional y hasta bélicas hazañas, UN TAXI MAUVE podría haber sido su proyecto más personal y ambicioso, un poliédrico puzzle acerca de personajes desencantados, derrotados, con eso tan cinematográfico de "un oscuro pasado", y con una sospechosa localización en tierras irlandesas. Yo creo que si se hubiese rodado ahora habría sido un pestiño de cuidado, pero Boisset tuvo la suerte de contar con un reparto excepcional, sin duda lo mejor de este anquilosado drama, repleto de lugares comunes y situaciones de best-seller barato. Hay un tipo, un francés que se ha ido a Irlanda a cazar ¿?, y así pasa los días, se hace amigo de un joven, que es hijo de un millonario americano pero repudia el dinero ¿?, ambos tienen un encontronazo con un ruso alcohólico y bocazas, que ha estado en medio mundo, conoce a todo el mundo y tiene una hija que no habla. Por si fuera poco, llega la hermana del joven, que se ha casado nada menos que con un príncipe alemán y va alquilando castillos para alojarse. Y todo ello sin olvidarnos del anciano médico que conduce un taxi malva... pero este detalle carece de importancia. Lo malo es que todo nos suena a un John Ford torpemente hilvanado, con las féminas enseñando carne sin que nadie se lo pida y lo chocante que resulta tener que estar siempre pendientes de la excepción como norma. La suerte, insisto, es poder ver a Fred Astaire en uno de sus últimos papeles, el gran Peter Ustinov, la bellísima y gélida Charlotte Rampling o ese actor excepcional que es Philippe Noiret, capaz de dotar de humanidad hasta a una mesa camilla... Por lo demás, una película que habita un justo ostracismo...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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