lunes, 22 de junio de 2015
D. W.: El padre del cine #24
BLIND LOVE era un drama a la medida de una actriz como Blanche Sweet, cómoda en el rol de la mujer aparentemente normal, pero presa de pasiones interiores muy definidas. Rodada con la ayuda del actor canadiense Wilfred Lucas (uno de los destacados en INTOLERANCIA), Griffith no logra dar con el punto adecuado a esta (nueva) fábula moral, pero deja en el aire la cuestión sobre los géneros subvertidos, ya que aquí es la mujer la que termina arrepintiéndose de haber abandonado la vida conyugal por una aventura que la dejará, claro, en un estado de precariedad física y moral.
FOR HIS SON es una curiosidad en toda regla, y quién sabe si adelantada muchas décadas a su tiempo. Griffith expone un problema que ya rondaba la cabeza de la sociedad norteamericana de principios de siglo: ¿Qué contenía exactamente esa nueva bebida llamada Coca-Cola, para que todo el mundo la demandara exhaustivamente? El argumento gira en torno a un empresario que cede la patente de "Dopekoke", una bebida refrescante, a su hijo para que la explote; el problema surge cuando este hombre deba admitir que usó cocaína para hacer más adictivo el producto, algo que lo ha sumido en la desesperación, ya que su propio hijo se ha convertido en adicto.
Me gustaría ver cuántos cineastas serían capaces de desafiar al gigante que es actualmente Coca-Cola de una forma tan frontal.
Menos radical, aunque con una soterrada crítica hacia el mundo de las apariencias, Griffith aborda en THE PAINTED LADY la improbable justificación que los cosméticos ejercen sobre las mujeres, haciendo que éstas vivan constantemente en una apariencia (al menos física) que no les permite aparecer en sociedad tal y como son. La premisa es el fracaso amoroso de una joven a la que su padre tiene prohibido maquillarse, y cómo esto no es ningún impedimento para que un muchacho se enamore de ella no por su exterior, sino por su interior... ¿Un Griffith feminista en 1912?... Pues...
Cuenta la leyenda que la primera vez que las hermanas Gish (Lillian y Dorothy) aparecieron por uno de los numerosos castings de la Biograph, Griffith apenas preguntó nada a su secretario, sino que emplazó a las dos jóvenes para dentro de unas horas, puesto que iba a contratarlas de inmediato. Si la leyenda es del todo cierta, entonces aquel rodaje en plena exaltación tuvo que ser el de AN UNSEEN ENEMY, que es un tremendo guion de Edward Acker repleto de suspense. Dos hermanas huérfanas se encierran en una habitación para huir de su ama de llaves y un ladrón compinchado, que pretenden robarles el dinero de su herencia. "El enemigo invisible" lo es por la imposibilidad de acceder a dicha habitación, aunque someterán a las incautas a un acoso casi insoportable. Muy buena recreación de lo que, casi cien años después, luego sería LA HABITACIÓN DEL PÁNICO... ¿O no?...
... Y, saludos...
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Me acabo de ver An Unseen Enemy. Ese fotograma ha de ser cabecera gusana, vive dios.
Da vértigo pensar el año en que fue hecha...
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