Aun con todos sus defectos, su indolente carga de ingenuidad, sus interminables licencias y sus inenarrables interpretaciones, lo cierto es que EASY RIDER sigue siendo un icono, una especie de monumento a la libertad cargado de tantas imperfecciones como estupendas intenciones. De hecho, es tan mítica, que ha sido capaz de eclipsar hasta el día de hoy a la que es la gran obra maestra de Dennis Hopper como director, OUT OF THE BLUE. Pero hoy había que hablar de EASY RIDER por muchos motivos, así que intentaré resumir como mejor pueda esta auténtica ida de olla que Hopper filmó en estado de alucinación (según sus propias palabras), que comienza con toda una declaración de intenciones; un arranque que conviene no perder de vista para poder explicarnos luego los tiempos muertos y el descacharrante final. Porque está muy bien lo de los cowboys motorizados que lo flipan en comunas, cogen a los hippys en la carretera y fuman porros como si bebieran agua. Está muy chula la cazadora de Peter Fonda y su Chopper y sus Ray-Ban y su peinado a lo Eastwood; y también se sale Hopper disfrazado de Buffalo Bill, anticipando su "Fordiano" reportero y riéndose de la vida. Pero recordemos que ambos maromos le venden un montón de droga mexicana nada menos que a Phil Spector, y que con el dinero se van camino del MardiGras a ponerse ciegos y esas cosas. Así que Hopper (saludablemente, creo yo) no se olvida del poderoso caballero y lo coloca en la cúspide de este relato de indecisiones y diferencias que tiene tanto de Monte Hellman como de Samuel Fuller y que anticipaba a un tal Tarantino (otra referencia más). Desde luego, sin ser una mala película ni mucho menos, está un pelín sobrevalorada, su uso de los temas musicales es insoportable y tiene más lagunas que Rajoy hablando de la crisis, pero merece la pena volver a cabalgar con estos dos estrafalarios Quijote y Sancho Panza, igual que ver a Nicholson desoxidarse el hombro a base de Jim Beam. Eran otros tiempos...
Saludos, Denny, donde estés...
5 comentarios:
Repito lo que en el otro blog: salud.
Pues mas que sobrevalorada como película creo que sus valores o importancia son generacionales, y sobre todo la importancia histórica de ser pionera en el cine independiente de éxito.
Santiago, vaya comentario... ¿como saber que has puesto en ¿que? blog?
Supongo que se refiere al otro blog mio... Y, efectivamente, su mayor valor consiste en el momento en que se filmo.
Lo siento pero no tengo acentos en este teclado
lo que más recuerdo es el final de la cinta, te impacta.
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