Encabezaría esta reseña haciendo acopio de todo lo que falta, de los márgenes, los arroyuelos fuera del celuloide. De la mítica también, o la épica, o la floritura del autor que aporta soluciones donde otros respiran fórmula. Me faltaría siempre algo para devanar la redondez pluscuamperfecta, lisa, rotunda, infatigable de una obra maestra como NORTH BY NORTHWEST, y siempre nos faltaría por ser referente y espejo para los buscadores. Desde Spielberg hasta Tarantino. Desde Scorsese hasta Lynch. Cualquiera puede malear los fotogramas, el porqué de su distribución, de el no-tiempo al antojo de un demiurgo con absoluto control de los tiempos. Dominar la técnica para subvertirla, ajustar milimétricamente el plano para desencajarlo con un golpe inesperado. La raíz semántica del cine como lenguaje está implícita en la absurda historia de un hombre que no es, y que se ve obligado a ser otro para finalmente encontrarse a sí mismo. Los villanos dudan, los héroes se manchan, las autoridades prefieren no involucrarse y los secundarios trascienden el boceto secundario para irrigar la historia con capas y matices aún más inesperados. Incluso el arranque parece aseverar que Herrmann posea a Philip Glass, y el desenlace es como un spoof involuntario, aplicando la guadaña a untrasiego de dos horas y cuarto. Es la perfecta historia imperfecta, el film de género por excelencia con mil géneros dentro. Es un logro al que todos quieren engancharse, y que comprendemos menos cuantas más veces lo vemos.
Es un juguete muy caro en una subasta falsa, y es un kilo de hierro pesando más que uno de plomo... o de plumas... Es una obra maestra absoluta, y no nos cansaremos de decirlo. Y es tan obvia, que ha tardado 15 años en aparecer por aquí.
Una cima.
Saludos.
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