jueves, 3 de agosto de 2023

Maderamen


 

La cuota de cine finlandés, notoria, se completaba en Sitges con KOPUTUS, rutinario film de horror cuya interesante premisa no evita que caiga en una colección de lugares comunes, todos reconocibles y todos más que amortizados. Como si los directores y guionistas no fuesen capaces de ampliar su propio dispositivo, el elemento sorpresa se diluye en el flashback del arranque, donde vemos a un padre maltratador, que tiene atemorizados a su mujer y tres hijos en la apartada casa que habitan en mitad del bosque. Al volver al presente, seguimos a estos tres hermanos, ya adultos, que vuelven a la casa para venderla, lo que hará aflorar todos los miedos de unos sucesos que nunca quedan suficientemente esclarecidos. A partir de ahí, todo son jumpscares teledirigidos, una banda sonora inquietante y muy poco más, hasta llegar a un desenlace tan raquítico como previsible. Muy poco, excepto si se aspira a rellenar un festival como cuota aceptada y aceptable.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!