miércoles, 5 de febrero de 2020

Desamarse



Puede que por decisión propia, o porque Gégauff empezaba a no soportar el ritmo e intensidad de trabajo de Chabrol, el propio director se puso a los mandos de LES INNOCENTS AUX MAINS SALES, y el resultado no pudo ser más satisfactorio. Alejado de burdos experimentalismos, el film explora el trágico devenir de un matrimonio burgués, sea por la amarga indiferencia de él (un intenso Rod Steiger) o por la insatisfacción de ella (etérea, bellísima Romy Schneider); todo cambia cuando ella conoce a un joven y atractivo aspirante a escritor, que ha alquilado la casa de invitados de su lujosa mansión. Ambos caen rendidos y planean el crimen perfecto: asesinar a su marido y quedarse con todo su dinero para marcharse juntos. Sin embargo, todo da un vuelco cuando ella va al banco y descubre que todo ha sido retirado el día anterior al fatal desenlace. Y aún más, la policía no sólo no ha encontrado el cuerpo del marido, sino su coche estrellado en un acantilado y con la documentación del escritor dentro. Basada en una genial novela de Richard Neely, INOCENTES CON MANOS SUCIAS es uno de los mejores ejemplos de cómo Chabrol hizo suyo a Hitchcock, lo asimiló a su retorcido imaginario de apariencias y traiciones, y conformó con ello uno de sus mejores trabajos. Y como esa esposa que recupera el amor perdido cuando tiene la certeza de que su marido la amaba aunque quisiera asesinarle, Chabrol empezó a comprender que a lo mejor tenía el germen de sus películas en su propia imaginación. Además, como extra, tiene a un genial Jean Rochefort en una breve pero antológica interpretación.
Magnífica película.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!