viernes, 11 de mayo de 2018
Del despertar como sueño
Iba tocando otra de la Breillat, directora incómoda, imprevisible, como deseosa de ser censurada, o vilipendiada, o simplemente participar de cualquier círculo extemporáneo posible. Ya he escrito aquí sobre la incomodidad que me produce su cine, no tanto por tenas de explicitud, sino más bien por cierta dejadez formal, que siempre deja sus historias entre la sordidez y la intrascendencia. Un poco menos de esto hay en Á MA SOEUR!, de 2001, justo después de su testosterónica experiencia con Mr. Rocco Siffredi y con algunos apuntes que parecían desmarcarla de Tinto Brass (la que considero su mayor influencia) para acercarla al primer Bruno Dumont, un contemporáneo suyo, con el que comparte pocos puntos de vista. La desecada historia de dos hermanas en unas vacaciones bastante deprimentes, comienza con algún interés cuando una de ellas conoce a un joven italiano, lo que desembocará en su primera experiencia sexual; sin embargo, el ensayo de enrarecimiento, proveniente de la otra hermana, menos agraciada físicamente, no termina de cuajar, y lo que prometía como un relato de sentimientos malsanos es poco menos que un esbozo acerca de envidias propias de la adolescencia. Aparte de alguna que otra erección (marca de la casa) y la discutible decisión de mostrar los pechos de una menor de edad (más que nada porque es puro exhibicionismo), sorprende el chapucero final, una oportunidad incomprensiblemente malgastada de dotar de verosimilitud a una película que, como casi todo el cine de su autora, no resplandece, sino que enceguece con marcas de neón, porque su falta de sutileza se ampara en la vacuidad de lo obvio.
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Y lo de deseosa de ser censurada parece cierto, ¿eh?, que hace poco dijo algunas cosas sobre Asia Argento y ahora Breillat es peor que Weinstein, Polanski, Bertolucci y hasta Ted Bundy juntos.
Perdón pero eso es lo único "útil" que vine a decir. Y que algún día habrá que verla, claro, pero cuándo, eso no lo sé.
Saludos.
Bueno, no sé. Es una directora de cine a la que creo que le sobra fiereza pero le falta verdadero talento cinematográfico. También es verdad que de su cuerda hay miles de hombres, a los que quizá se lo pasemos por alto, pero no por ello me veo en la obligación de apreciar su cine, que he revisado abundantemente y suele caer en el exhibicionismo más vacuo. Y si uno quiere encontrar retratos femeninos de verdadera importancia, mi recomendación siempre irá en una dirección muy diferente, por ejemplo la de Chantal Akerman.
Un saludo.
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