domingo, 24 de enero de 2016

Rincón del freak #221: La invasión de las strippers alienígenas del futuro pasado



A finales de los años sesenta, en aquel swinging London que vio nacer, entre otros muchos, por ejemplo a David Bowie, no eran infrecuentes las publicaciones, formato fotonovela, en la que se "intentaba" contar una historia más o menos coherente con la excusa de mostrar señoras longilíneas y de eficacia lactante aprobada. Una de las más celebradas fue "Zeta", que combinaba impúdicamente la ciencia ficción en tanto que lánguidas jovencitas en cuerolátex amarillo miraban bovinamente a la cámara desde una silla-huevo que simulaba girar sobre una alfombra de naranja acrílico. No se hizo esperar la película, claro. Lo malo es que ZETA ONE es horripilantemente infecta, y no precisamente por dejar de celebrar el universo "Barbarella" con su poquito de picante añadido, sino porque se ve a leguas que todo es una superchería barata para el masturbatorio del inglés de bombín y gabardina, que aún no se daba por enterado de que las mujeres podían exceder el mero florero. Así, la cosa comienza curiosa, como una mezcla insana de 007 y Alphaville, pero pronto se disipan las dudas, en cuanto el espía de bigote falso y cuello alto le arrebate los (escasos) ropajes a una rubia sospechosa, partida de póker mediante. A partir de ahí ya nada importa demasiado, porque cualquier cosa que ocurra tiene una o varias señoras simple y llanamente en pelota picada, por supuesto sin decir nada y posando como en un anuncio de jarabes. Impagable la lucha final entre las amazonas alienígenas (ataviadas con poco más que un tanga y algo de rimmel) y un inenarrable ejército formado por cazadores de zorros, que habrían hecho las delicias de Peter Gabriel y compañía. Aunque la palma se la lleva la ultramachista secuencia final, en la que el espía (una vez se ha deshecho del bigote falso) es agasajado, no se sabe muy bien por qué pero da que pensar, por estas muchachas, sirviéndole cerveza con ostras a la par que varias de ellas se le ponen encima con aviesas intenciones y otra baila al estilo sesentero mientras busca, sin éxito, las bragas...
La han reeditado en Blu-Ray... para que vean que lo de las nuevas tecnologías es un camelo...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!