miércoles, 8 de enero de 2014

La voluntad del mal #3



Fritz Lang dio por concluida su carrera como director con la que sería su tercera incursión en la figura del escurridizo Dr. Mabuse. Filmada en 1960 y concebida como una gran coproducción europea (con elementos alemanes, franceses e italianos), DIE 1000 AUGEN DES DR. MABUSE fue el rimbombante título de este irregular film que retomaba a dicho personaje para diluirlo en una nueva trama de difícil resolución y múltiples apariencias. De nuevo el hotel Luxor como gran y único escenario, por el que desfilarán numerosos personajes y sin que sepamos a ciencia cierta quienes son en realidad, ni qué ocultan. La visita de un millonario norteamericano; el intento de suicidio de una joven; el asesinato de un policía dentro de su propio coche (en una escena reminiscente del film de 1933); los extraños encuentros entre el impetuoso comisario Kras (casi un gemelo de aquel Lohmann) y el desconcertante profesor Cornelius, un vidente ciego y hasta un vendedor de seguros que oculta mucho más de lo que la gente cree. Un batiburrillo demasiado espeso y que difícilmente podría salir airoso de su encorsetada apariencia de la época; sólo al final, con las cartas bocarriba, Lang consigue transmitir un poco de su magia y sabiduria, la que estaba por doquier en los dos primeros títulos, aquellos en los que el nombre de un criminal evocaba otra cosa, quizá una forma de hacer el mal que a día de hoy se nos ha quedado algo anticuado. Aun así, el baile de cámaras ocultas, armas silenciosas, mensajes cifrados y pistolas a la altura de la cintura, es capaz de mantener a este "Mabuse" con suficiente dignidad; lo que, teniendo en cuenta su deriva posterior, no es ni poco argumento.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!