martes, 30 de octubre de 2012
Esos trozos llenos de encanto
Imaginen una lujosa pero descuidada sala; un palacio de invierno abandonado. El viento agitando las ramas de los perales contra los cristales; algunos están rotos. Un silbido de aire se cuela bajo los portones, haciéndolos crujir. Anochece desde el mediodía. Intenten imaginar reunir la decadencia de un ostentoso dominio sin que éste haya llegado siquiera a existir... Quizá lleguen a rozar mínimamente el desmesurado y ambicioso fresco "contranaturalista" que Erich von Stroheim se atrevió a poner en imágenes y que, evidentemente, no le permitieron... QUEEN KELLY era un pulso a la industria que dejaba en pañales cualquier otra superproducción conocida; era 1929, el ocaso del cine mudo, y los grandes estudios hollywoodenses intentaban conciliar la desmesura de algunos proyectos con el deseo de seguir contando cosas que interesaran al público, salir del estricto entretenimiento. El problema insalvable de QUEEN KELLY no era el económico, no entonces; el problema fue su intensa incorrección, su negativa a inscribirse en corriente alguna, y lo mal que iba a dejar a Hollywood ante la crítica internacional... porque esa era la intención de Stroheim. Hoy día sólo podemos disfrutar de unos pírricos 95 minutos, apenas el principio del preámbulo del monstruo que el director tenía en mente. El palacio de invierno desaparece y da paso a un nebuloso Medio Oriente... ¿o es África? La opulencia ha quedado sepultada bajo decrépitos burdeles en los que el opio oculta rostros desencajados ¿Qué ha sido del cuento de hadas? ¿Qué no estaba contando hasta entonces Erich von Stroheim? Y lo más importante ¿Qué podría haber llegado a contarnos si le hubiesen dejado? Nunca lo sabremos, sólo sabemos que existe algo más fuerte que el odio: el ego.
Saludos regios.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Algo sí tendría que ver lo económico. ¿no salía en los extras Gloria diciendo que Von no paraba en gastos y no recuerdo qué cosa no era falsa sino auténtica con lo que costaba (y siendo ella la productora)?
De todas formas, lo que me jode de esta película es que las mejores partes son las que no están... Eso de ver fotos más o menos fijas y que una voz en off nos diga lo que iba a ser.
Y ese falso final con el supuesto suicidio que metieron...
Voy a la de arriba que he visto la peli también.
Eso es un horror, un horror que se sacó de la manga la distribuidora; pero es que también lo han hecho con GREED... ¡Terrible! ¡un crimen en toda regla!... Más que una película es el fantasma de una película, una cosa extrañísima. Yo creo que Swanson era una diva incontrolable en sus exigencias, y von Stroheim un genio del exceso. Mala pareja en cualquier caso...
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