CRIME SPREE es una película mediocre, sin ideas, apropiándose de las de otros que hicieron lo mismo antes y mejor (p.e. Tarantino, Boyle o Scorsese) y logrando el más difícil todavía, que es despeñar todo el tinglado con un montón de ases en la manga. Un caso verdaderamente curioso y que intentaré explicar brevemente, aunque no creo que pueda.
La cosa empieza con Gérard Depardieu intentando robar en una mansión junto a dos cafres que pueden pasar por cualquier cosa menos por ladrones; asoman ecos (remotos) del PINK PANTHER de Edwards y aunque no nos riamos, al menos estamos en situación. Luego se suman el sempiterno Johnny Hallyday, Renaud (que debe ser muy conocido como cantante en Francia, pero ya está), un moro al estilo Martin Lawrence que sale en algunas coproducciones, y más gente que no sé quién es. A la tropa la envían a yanquilandia a hacer algo que tampoco sabemos qué diablos es, pero los productores aprovechan y cuelan a Harvey Keitel en el (atención) ¡PEOR PAPEL DE SU VIDA!... Y es que hacerle esta faena a uno de los más dotados actores que existen en la actualidad no tiene ningún tipo de perdón posible.
En fin, uno piensa, entre copiosos bostezos, que nada puede ir a peor mientras se espera que llegue ya el final, que se estira más que una peli de Wang Bing... Sin embargo, y lo he recalcado varias veces aquí, lo peor que le puede pasar a una mala película es tomarse a sí misma en serio; así que lo que parecía un cachondeo insustancial más pretende pasar en su tramo final en una especie de GOODFELLAS metafísico, y su director (por decir algo), un tal Brad Mirman, les dice a los actores (desquiciaditos a estas alturas) que si antes tenían que hacerse pasar por chistosos, ahora tienen que ponerse serios y trascendentales, como si a Johnnie To le hubiese dado la locura de contratar a Jackie Chan, vamos.
Y no me alargo más, sino que les conmino a que pasen de largo si la ven en su dvdstore, no merece la pena...
Saludos criminales.
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