Decía Bukowski en un poema que era "el filo del vaso que corta y hace sangrar". Bukowski no sería el escritor más brillante, pero era capaz de desmontar muchas de las mentiras ocultas en la literatura, cuando ésta se convierte en un artificio pomposo para narcolépticos con ínfulas de Virgen del Amparo. MILLER'S GIRL es una librería bonita, con libros bien ordenados, una solterita con gafas que llegó a Bucay, café malo y carteles "hechos" para las límpidas estanterías. Hay mucho de eso hoy día en cualquier plataforma, pero la cosa se complica cuando te crees más incorrecto de lo que tu librería realmente ofrece. Con la excusa de eso tan inatestiguable de la literatura, sumamos este batiburrillo que pilla trocitos de LOLITA, lo salpimenta con un vergonzante amago de ¿QUIÉN TEME A VIRGINIA WOOLF?, pero en realidad no es más que un dramita muy intrascendente sobre adolescentes que dicen tacos y le tiran los tejos al profe. Parece más inteligente, pero va dejando tantas migas de pan que termina más cerca de las sombras de Grey que de Henry Miller, cuya tangencial invocación es de una ingenuidad que sería esperpéntica, de no ser el esperpento (bien entendido, se sabe) un camino literario difícil de domesticar. Incluso Martin Freeman parece más perdido que su propio personaje, que es mucho decir.
Sólo para señoros, señoras y señores ávidos de humedades mientras planchan los canesús del nietecito por nacer o piensan en la dificultad de hacer una Primitiva...
Saludos.
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