jueves, 31 de octubre de 2024

Abracen al bufón


 

Es muy obvio comentar algo como DEADPOOL & WOLVERINE, además de necesario para no perder la perspectiva de un producto tan teledirigido, y así disfrutarlo tal y como lo que es. El personaje interpretado por Ryan Reynolds es un petardo de mecha corta, un cuñado borracho en tu boda, una citación para el juzgado que has olvidado en un cajón. El ejercicio de metanarrativa aquí es tal, que uno puede perder la noción de lo que está viendo, y puedes pensar que su primera media hora no es más que el trailer de otra cosa, y que no te han avisado en taquilla. En realidad esto ocurre durante todo el film, donde Deadpool alterna las coreografías de lucha con alusiones verbales a personajes y también personas reales, rompiendo la cuarta pared sin un solo escrúpulo, y construir un relato que ni siquiera sabemos si existe. La inclusión de Wolverine está bien llevada, haciendo una similitud muy divertida entre el personaje naturalmente cascarrabias, y las habituales luchas de ego en películas de corte comercial. La cascada verbal puede ser agotadora si se llega virgen, pero muy disfrutable si se traen los deberes aprendidos. Porque esto, por si no lo habían notado, es Marvel, esa factoría fundamentada en gente dándose hostias en mallas, y tomarse demasiado en serio algo así puede pasar de lo solemne a lo ridículo. Personalmente, sin aspavientos, me lo he pasado moderadamente bien y luego a otra cosa.

Dos gags mágicos: un Honda y las dos apariciones de Chris Evans... Ahí lo dejo.
Saludos.

miércoles, 30 de octubre de 2024

El laberinto humano


 

Uno de los mayores quebraderos de cabeza que podríamos tener para no subestimarnos como espectadores pacientes, de bagaje, con las alertas siempre dispuestas al noble arte de inmiscuirnos en los entresijos de un film del que creemos saberlo todo incluso antes de empezar a verlo, consiste en negarnos la posibilidad de trasladarnos al momento preciso de su producción. Antes de quecaigamos en un círculo de pedantería, les propongo el contenido en CIRCLE OF DANGER, de Jacques Tourneur, donde no ya es que nada sea lo que parece, sino que el único sentido apalabrado en esta joya oculta de 1951 es ese equívoco continuo, en un desarrollo extrañísimo, como si clasicismo y posmodernismo maridaran sin esfuerzo, lo que habla una vez más de la maestría del cineasta parisino a la hora de desorientar al espectador más "equipado", por así decirlo. O en otras palabras: Ray Milland interpreta a un estadounidense que viaja hasta tierras británicas para esclarecer la extraña muerte de su hermano, única baja en una misión aparentemente anodina en la WWII, donde se alistó en las filas inglesas. Una vez allí, diversas pistas lo llevan desde Londres a Gales o Escocia, donde también conoce a una joven de la que queda prendado. Nada es lo que parece, ni en la historia, ni mucho menos en la estructura del film, que se va convirtiendo en una tribulación constante, donde importan tanto las sospechas en las investigaciones, llegar tarde a una cita para una cena romántica, la alergia al brezo o la inconveniencia de comprar un coche con tal de avanzar sobre una pista tan vaga como críptica. Todos los elementos parecen a contrapelo, y no se sostendrían en este audiovisual neoplástico, tan mascadito y tan temeroso de suspenderse en el vacío. Tourneur nos propuso, hace ya más de setenta años, un antithriller metamorfoseado en comedia romántica, estudio costumbrista, y finalmente observación minuciosa de las imperfecciones y desatinos de los seres humanos. Sin dar nada por sentado, sin sentar cátedra, y sólo rodando como si nos estuvieran esperando para tomar el té...
Uno se queda pensando en cómo algo tan complejo se puede hacer de manera tan sencilla.
Saludos.

martes, 29 de octubre de 2024

Una noche loca


 

El premio a mejor fotografía en Sitges lo ha recibido Giovanni Ribisi, nombre más que conocido por su faceta de actor, y que últimamente parece más centrado en su trabajo como director de fotografía. Y ciertamente uno de los puntos fuertes de STRANGE DARLING es el notable trabajo de su imagen, mucho más avanzado de lo que parecería indicar lo escueto de su producción, exprimida hasta el máximo. Conocía a J.T. Mollner por un western de esos modernos de hace unos siete años, pero no me había parecido nada del otro mundo; en este caso, hay tres puntos fuertes, e incluso notables, pero existe un intangible que, más que otra cosa, da rabia, porque esta película podría haber sido memorable. Lo primero que salta a la vista es su estructura, deliberadamente desordenada, que puede remitirnos al montaje del primer Tarantino, aunque no es gratuito, puesto que la percepción del espectador depende de este montaje de episodios aparentemente caprichoso, lo que obliga a desvelar el mínimo de información. Estupenda está también su pareja protagonista, formada por Kyle Gallner y Willa Fitzgerald, que con pocos aspavientos elevan el tono de la cinta en un crescendo de mal rollo que provoca multitud de preguntas hasta que no se van mostrando las respuestas. Por último, el motivo argumental principal es de altura, deshaciéndose de todo lo superficial y yendo a lo mollar de la oscura noche que espera a estos dos amantes ocasionales, aunque la llegada del día no va a mejorar las cosas.
¿Qué es entonces lo que me desplaza del film, y evita que esté hablando de un acontecimiento? Supongo que plantear un puzzle diabólico que siempre acaba optando por resoluciones terrenales. O dicho de otra forma: Tarantino es grande porque no sabías que "eso" se podía hacer. Con todo, es una película solvente, que mantiene el interés y se guarda un par de sorpresas de guionista inteligente, una especie que no se prodiga tanto como debería.
Saludos.

lunes, 28 de octubre de 2024

Dignidades imperfectas


 

Aparcamos este pequeño homenaje a la figura de Maggie Smith, con un título que de nuevo ha quedado en el ostracismo, pero que merece la pena recuperar, con tal de redimensionar la altura de una actriz inmensa. Smith se alzó en 1987 con el premio a mejor intérprete en los BAFTA por THE LONELY PASSION OF JUDITH HEARNE, un intenso y mordaz retrato de la feminidad acosada, enclaustrada y finalmente aplastada por un entorno que la usa y jamás la valora. El film, uno de los últimos rodados por el gran Jack Clayton, se abre con un fugaz pero elocuente flashback, que nos lleva hasta la niñez de Judith, criada por su inflexible tía, y que a la muerte de ésta ha de afrontar la vida sin saber nada de ella, atrapada entre una educación de clase intachable, pero una realidad económica muy diferente. Manteniéndose gracias a unas clases de piano, su única habilidad, llega hasta Dublín, donde se aloja en una modesta pensión, chocando frontalmente con la vigilancia de la casera e ilusionándose con el hermano de ésta, un hombre tosco pero que la embelesa con sus relatos de un New York en el que supuestamente vivió. Bob Hoskins da perfecta réplica a Smith en una película mucho más oscura y amarga de lo que parece aparentar, con unos personajes humanos ante todo, que quisieran ser mejores de lo que son, para acabar fallando en el intento. Uno de esos films de diálogos perfectos, hirientes, cuyas heridas se rastrean en el rostro de una mujer siempre a punto de quebrarse, y que no necesita más que lo único que siempre se le escapa de las manos: alguien que la quiera...
Una joya de las que nos gusta traer del olvido de tanto en tanto.
Saludos.

domingo, 27 de octubre de 2024

Rincón del freak #619: A la sombra de los cineastas en flor


 

Una de las razones más elocuentes del porqué de la longevidad de esta sección, radica fundamentalmente en el eclecticismo que la compone. Freaks y frikismo, entendidos como el gusto por lo raro, el desvío de la norma, las herramientas periféricas y los rincones olvidados de una industria que no espera a nadie; y como nosotros, otra cosa no, pero tiempo y libertad nos sobra, entendemos esta esquina dominical como solaz desprejuiciado, tanto que a veces aparecen cosas que nos sorprenden más de lo esperado. Y como uno de los temas recurrentes que más ampollas está levantando actualmente es el pastizal que ha costado el último film de Francis Ford Coppola, y el batacazo (otro más) que se ha dado en taquilla (con todos los condicionantes del audiovisual moderno), no se me ocurría nada mejor para ilustrar el gigantismo en el que caen algunos cineastas, presa de su propia y albuminada condición, que irnos hasta sus inicios, que incluían trabajos tan cloaqueros como... ¿cómo lo explicaría?... como rodar un blandiporno con señoritas cardadas en picardías y ensamblarlo con un oscuro film erotiquillo alemán ¿Que cómo se hace eso? THE BELLBOY AND THE PLAYGIRLS son los minutos que un jovencísimo Coppola rodó en 1961, con la intención de lanzar a un tal Don Kenney, como un Jerry Lewis de regional, rodeado de muchachas con menguante vestuario. Pero lo increíble es que todo el material adicional proviene de MIT EVA FING DIE SÜNDE AN, película alemana de 1958, cuyos derechos fueron directamente ignorados y saqueados. El resultado es extrañísimo, con momentos de comedia chusca, jovencitas cambiándose sujetadores y lecciones de historia con atrezzo. Primeros créditos como realizador de Coppola, y más de sesenta años de arco temporal, sólo para contextualizar qué oficio tan extraño, incomprendido y desagradecido es el cine.
Saludos.

sábado, 26 de octubre de 2024

En el espacio nadie puede oír tus gritos #7


 

Usando la frialdad analítica de los androides, que en toda la saga, pero especialmente en esta última entrega tienen un papel capital, diríamos que Ridley Scott tenía 42 años cuando filmó ALIEN, y Fede Álvarez cuatro más al estreno de ALIEN: ROMULUS. Sigamos diciendo que la primera es una película que revoluciona por completo el cine de ciencia ficción, pero también el de terror e incluso aventuras; la segunda es el power point, lujoso y efectivo, del niño que tenía un año entonces, y que actualmente puede considerarse un privilegiado por contar con amplios presupuestos para llevar a cabo sus sentidos homenajes. La consecuencia de todo esto es que la saga está agotada por expresión intensiva, que nos ha legado una secuela sobresaliente (la de Cameron), precisamente por desmarcarse del inigualable lore de Scott y O'Bannon; una ristra de tristes exploitations, que ni siquiera el propio Scott ha sido capaz de enderezar más tarde. Y ahora esto. Mimética en el diseño de producción, su impersonalidad le permite que hablemos impúdicamente de mímesis. Terrible en lo conceptual del guion, en el mundo ideal de Fede Álvarez y Rodo Sayagues no hay sitio para la gente de más de 25 años, lo que entendemos como el cansino vencimiento de las cláusulas de cuotas de espectadores, pero no es serio si tu intención es no tomar por tontos a esos "otros espectadores". No todo es malo, y la primera hora mantiene el interés, paradójicamente mientras no aparece el bicho, y es un film decentito, entretenido, como para no huir despavorido. En cierto momento, Álvarez decide que la genuflexión ha terminado y se pone a hacer una cosa que no sabe: crear. La segunda parte de ROMULUS es otra copia, pero esta vez a ALIENS; un multipistas interminable de carreras, disparos y suspensión alcalina de la incredulidad, hasta desembocar en un desenlace directamente bromista, porque el uruguayo hace lo que nadie: homenajear a Jeunet... Entre tanto homenaje (esto parece un blowjob cinéfilo), les resumo con la advertencia de que sean muy condescendientes y cero exigentes, sólo así pueden disfrutar de una película que ostenta esta contradicción: "Está mal hecha y bien hecha"...
Por favor, dejen en paz a la gallina...
Saludos.

viernes, 25 de octubre de 2024

Despoliticemos las correcciones


 

A vueltas con lo de Sitges, no son pocos los títulos que, más o menos intencionadamente, me van surgiendo de ediciones pretéritas. Un ejemplo, BLOODLINE, que se pudo ver hace cinco años, y en la que se le daba una supuestamente original vuelta de tuerca al subgénero de los asesinos en serie, mostrándonos a uno que mantiene una doble vida de lo más curiosa. Trabaja como asistente psicológico en un instituto, para alumnos con ambientes familiares problemáticos; en su casa le esperan su mujer, su madre y el bebé que acaban de tener. Como no hay ningún secreto que desvelar, efectivamente, este esposo y padre ejemplar es un despiadado asesino, que eventualmente da rienda a su macabro instinto. Por un lado, tenemos una película modesta, de pocos recursos, que fía su potencial a los continuos giros y al carrusel de situaciones al límite, derivadas de la dificultad de mantener esas dos vidas tan opuestas. Por el otro, estaría una decepcionante resolución, que ata demasiados cabos con excesiva premura, y que hubiese tenido más impacto, por ejemplo, en una miniserie, pero en un film tan funcional como éste no permite que el montante permanezca en nuestra retina ¿Es recomendable? Bueno, sirve para distraerse una hora y media sin muchos remordimientos. Prácticamente como su protagonista...
Saludos.

jueves, 24 de octubre de 2024

La importancia


 
La importancia está en los pequeños detalles, los que son capaces de labrar historias imposibles, explicar la escurridiza humanidad saltándose las convenciones, dejando el relato para lo único que sirve. Me he encontrado pocas películas que expliquen esto mejor que LE VIEIL HOMME ET L'ENFANT, la maravillosa película con la que Claude Berri se estrenó en la dirección allá por 1967, en la que un inmenso Michel Simon interpretaba un personaje, Pepe, que hoy día sería un antagonista, y aquí es capaz de sacudir los corazones con una verdad y una humanidad que traspasa la pantalla, para llevarnos directamente a la patria de nuestras infancias. Este hombre, viejo patriota y soldado, que sigue los bombardeos en una radio llena de interferencias, junto a un perro aún más viejo que él, y una mujer empeñada en cocinar sus conejos, recibe con los brazos abiertos a un chiquillo, al que sus padres envían desesperados por lo incierto de su suerte. Haciendo del abuelo que no es, Pepe va a darle los momentos más felices a este niño, enseñándole los valores de la vida sencilla sin tabúes, sentimentalismos ni subterfugios ¿Pero qué sería de Pepe si se enterara de que este niño es realmente judío? De eso se encarga el prodigioso guion del propio Berri, presumiblemente autobiográfico, mostrándonos las enseñanzas de un hombre al final de su vida, pero al que la naturalidad de un niño desarma de todas sus ideas preconcebidas; esas ideas que no sirven más que para separarnos, o peor, para ni siquiera intentemos entendernos. 
80 minutos de los de no cerrar la boca ni parpadear.
Obra maestra absoluta.
Saludos.

miércoles, 23 de octubre de 2024

Otro lavado de cara


 

Siendo muy breve, como creo que no hay otra forma de ser con este tipo de productos, la plataforma MAX ha auspiciado una nueva adaptación de la primera novela de Stephen King. El resultado es claro: nada de acontecimiento insuperable, pero tampoco el desastre infumable del que se está hablando. Esta SALEM'S LOT es un telefilm de los de ahora, sin el aroma a "cosa especial" que destilaba la (en mi opinión, notable) miniserie de Tobe Hooper; uno de esos números de catálogo, de formas correctas y guiños medidos, que llegan con suavidad a generaciones menos entrenadas, y al menos no escandalizan a las restantes. Es como coger lo ya hecho, darle una pátina de meneo digital y tirar hacia delante, sabiendo que no hay nada que contar que no se supiese ya, a no ser que no se sepa, que es otro cantar. Por eso hago hincapié en que me parece una buena entrada al "universo King" para espectadores jóvenes, que se encontrarán aquí un "telefilm" de formas actuales, pero que proviene de otros tiempos, que por no ser pretéritos habrían de sr mejores.
Se puede ver, y no es poco.
Saludos.

martes, 22 de octubre de 2024

Descenso y filtración de una pobre diabla


 

Acabó Sitges, reseñemos Sitges, empecemos este año por lo gordo, nada nos lo impide. La ganadora ha sido DES TEUFELS BAD, del ya consolidado tándem Franz/Fiala, y que nos sirve para considerar este certamen como el reverso inquietante del pasado; en absoluto por este film, que pasa de puntillas por una especie de folk horror que en realidad sirve como excusa para apuntalar un tristísimo acotamiento a una mente incapaz de soportar su propia deriva existencial. Esto hoy día tiene psicoanalistas, pastillas de esas y terapias chorras, pero en mil setecientos y pico, en un entorno rural y apartado, era otra cosa más soterrada y pendiente de las veleidades de la resignación y el arrepentimiento como único asidero para un día a día toscamente inamovible. No esperen encontrar aquí un film de terror al uso, aunque su premisa es terrible, y mira directamente a esa angustia existencial que destilaba Bergman desde, por ejemplo, LOS COMULGANTES, que sí me parece la influencia más directa para descifrar este desesperanzado estudio sobre la depresión, la incomprensión y la incapacidad que los entornos cerrados ofrecen para un mínimo desarrollo sensorial, a menos que se acepten los sacrificios diarios como parte de la vida misma. 
No me parece una grandísima película, y su tono puede dejar frío a espectadores con pocas expectativas intelectuales, pero sí creo que es un camino acertado para unos cineastas que se resisten a ser encasillados en un género.
Saludos.

lunes, 21 de octubre de 2024

Gente corriente


Película extraña, "películas" más bien, en ese corpus episódico, inconexo, que hace perder el hilo de lo que creo que era la intención de Neil Simon a la hora de concebir CALIFORNIA SUITE, que tiene mucho de las típicas películas de historias cruzadas, pero no lo utiliza. El único nexo es, efectivamente, la llegada a California de varias personas, cada uno por distintos motivos, pero nada los une ni concilia, ni siquiera el tono empleado por Herbert Ross, que se destapa como un director todoterreno. Por ejemplo, la historia protagonizada por Alan Alda y Jane Fonda, en la que ella viene desde New York para discutir la custodia de su hija adolescente, lo que da pie a unos diálogos hirientes, pero que dejan entrever el cariño que alguna vez se tuvieron. Menos fortuna tienen los cuñados interpretados por Bill Cosby y Richard Pryor, con sus respectivas mujeres llegan desde Chicago, en una comedieta física que quiere apoyarse en los hermanos Marx, pero es bastante ridícula. Tampoco tiene mucho sentido el segmento de Walter Matthau, a la que su díscolo hermano le paga una prostituta el día antes de que llegue su mujer desde Philadelphia, para asistir al Bar Mitzvah de su sobrino. Todo ello palidece ante el magisterio interpretativo de Michael Caine y Maggie Smith, sobrevolando esta película desde un nivel inalcanzable. Seguramente esté entre lo mejor que ha escrito Simon, aunque uno no pueda concebir esta maravilla de texto con otros actores. Ella es una prestigiosa actriz inglesa, curtida en teatro clásico y con una filmografía respetada pero sin brillo internacional, y que curiosamente va a ser nominada al oscar por haber aceptado un papel en una cinta comercial y un poco tontuela, lo que unido a sus insalvables inseguridades la sume en un estado entre la depresión y el sarcasmo, que utiliza contra su marido, un anticuario que acepta el rol de segundón a su lado, y del que puede que algún rumor malintencionado no vaya desencaminado del todo. Smith y Caine están majestuosos, y no deja de ser curioso que ella ganara su segundo oscar con un personaje que cuestiona permanentemente un certamen que sólo vemos de soslayo, pero del que se extrae con precisión su carácter de "trastienda de los sueños". En mi opinión, ahí estaba la película, y no hacía falta casi nada más.
Saludos.

domingo, 20 de octubre de 2024

Rincón del freak #618: Viólame sin que se note


LESLIE, MY NAME IS EVIL es una película que parte de una idea interesante, pero está tan mal contada, interpretada y ejecutada, que parece una especie de broma privada para gastarle a Tarantino justo antes de reinventar todo el mito de Charles Manson. Esto va de eso, del juicio a Manson y su séquito de jóvenes asesinas, mientras hay un intento de construir al personaje central, esta Leslie devenida en Lulu, al tiempo que nos presentan a un joven integrante del jurado, atrapado en una familia ultraconservadora y una novia que trasciende la beatitud, y que cae rendido ante las provocaciones de estas acusadas. La película, insisto, es una de esas producciones de muy bajo perfil, que sin embargo en Canadá se suelen tomar en serio, poniendo en manos de profesionales solventes presupuestos reducidos. Reginald Harkema demuestra que lo suyo no es la dirección, porque brilló como guionista en la estupenda HARD CORE LOGO, pero aquí es incapaz de superar un cartón piedra vergonzoso, otorgando cartas de solemnidad a esos modestos telefilms de hace cuarenta o cincuenta años, donde hablar de "pequeño celuloide" se hace imprescindible y hasta necesario. No hay más que echar un vistazo al actor elegido para hacer de Manson, porque abrir mucho los ojos no es suficiente...
Terrible.
Saludos.

sábado, 19 de octubre de 2024

Triple H de garrafón


 

Nada me ha impedido indagar en el extraño ínterin televisivo de la mítica productora Hammer, descubriendo otra miniserie de episodios autoconclusivos allá por 1984. Desgraiadamente, los trece episodios de HAMMER HOUSE OF MYSTERY AND SUSPENSE, pese a su lujoso envoltorio de pequeños telefilms de casi hora y media, no va más allá de un endeble pastiche de la serie original, más comprometida con los cánones que hicieron de la Hammer puntera en el cine de culto. Extraño, porque la nómina de directores estaba compuesta por nombres insignes de la productora, además de contar con actores y actrices de renombre. El problema está en unos guionistas que se dedican a sestear, mientras acribillan clásicos de todas las épocas, apenas barnizando las sospechas con los consabidos aliños de la época, confiando en ofrecer un producto ultramoderno, pero que el tiempo ha revelado como prematuramente antiguo. Hay algún episodio notable, como el penúltimo, en el que una familia se despierta descubriendo que toda su casa está rodeada de un extraño e impenetrable material, lo que me recordó algún cuento de Matheson y un film francés muy reciente que se presentó en Sitges. Es la excepción, y entre los caganchos tenemos a un estupefacto Dirk Benedict, que intenta en vano demostrar que podía ser un actor solvente más allá del "Equipo A", o un último capítulo que mezclaba tenis y pilotos de combate... A ver, si son nostálgicos y coleccionistas, existe una edición en DVD, un poco cara, pero con buena calidad; el resto, absténgase...
Saludos.

viernes, 18 de octubre de 2024

Los diálogos hormonales


 

Para evitar toda la mierda de los discursos únicos, toda vez ya has colonizado con tu propaganda cualquier espacio recreativo-artístico, no es mala idea hacer todo lo posible para salir de los corchetes de la corrección, los tubulares pasillos de la cuota autoimpuesta. THE WASP "va de lista" en lugar de ser inteligente. Un escenario único que ni siquiera lo es; una premisa descabellada que deja expedito el camino para el anhelado supergiro; un tour de force entre dos buenas actrices, que queda en un Estudio 1 un pelín mejor planteado, pero que se abandona en sus propias y acartonadas ambiciones. Ni thriller psicológico, ni terror cotidiano, y ni mucho menos un artefacto implosivo y autoconsciente de sus detonaciones controladas. Ni más ni menos que un telefilm que propone gratuitamente demasiados nudos, sólo para que veamos la incapacidad del director y el guionista (ambos dos) para deshacerlos. Un batiburrillo que mezcla fantasmas del pasado, traumas inmanentes y simbolismos de primero de simbología. Natalie Dormer y Naomie Harris hubiesen merecido un producto a la altura de sus interpretaciones, que llegan a sobreponerse al disloque general, pero no son suficientes para aprobar una película destinada a navegar hacia el ostracismo.
Saludos.

jueves, 17 de octubre de 2024

En cualquier sitio un pesebre


 

De nuevo me encuentro con una recomendación que deriva en agradable sorpresa. WHISTLE DOWN THE WIND es una película que fue tremendamente popular allá por los primeros sesenta, gracias al carisma de su joven protagonista, una quinceañera Hayley Mills (de quien hablamos no hace mucho), así como del controvertido mensaje que lanza, y que la sitúa en un lugar menos confortable de lo que cabría esperar de un supuesto film de aventuras infantiles. En una granja del norte de Inglaterra, la joven Kathy descubre a un extraño en su pajar, que antes de desmayarse por la herida que arrastra sólo acierta a decir "Jesucristo", lo que enciende la descabellada idea de que tamaño personaje se ha corporeizado allí mismo. Realmente, el extraño (Alan Bates) es un fugitivo, nada menos que buscado por asesinato, pero Kathy, junto a sus dos hermanos, alimenta el rumor, que crece y dispara la curiosidad de los niños, pero también estrecha el cerco de la policía. Es un muy buen film, cuya idea argumental parece insuficiente para sostener todo el metraje, pero que va creciendo al mismo tiempo que la fábula se va tornando en dolorosa realidad, lanzando la venenosa invectiva de si ese en principio buenista discurso cristiano del "amarás a tu prójimo", no admitiría medias tintas cuando lo que nos rodea no es más que el mundo real.
Nuevamente, magnífica recomendación.
Saludos.

miércoles, 16 de octubre de 2024

Povidona yodada, ¿gustan?


 

Pocas películas son tan sencillas de resumir como SPEAK NO EVIL, el incomprensible, innecesario y atontolinado remake del film danés de hace un par de años. En realidad ya lo acabo de resumir, lo que unido a la particularidad de que su estructura no permita adlantar casi nada de su argumento, pues es que ya estaríamos. Añadiré (por ser generosos, y porque me siento con ganas de escribir) que es habitual encontrarse con la desidia de Hollywood para construir historias propias, pero jamás cambia la dulcificación de la propuesta, que embriona aquí una curiosa analogía, tratando a la familia americana de directamente imbécil, para redimirla justo en el momento crucial. Y adivinen qué... Efectivamente, la película es otra. Y es muy muy curioso, porque lo único que me mosqueó del film original era esa reducción al absurdo inconcebible de su resolución, pero claro, vista esta pequeñez buenista, aquello cobra todo su sentido. O mejor dicho: ¿podemos (debemos) considerar al cine comercial americano como esa familia de aspirantes a esnobs, que fingen cada temporada poder y saber codearse con esos tipos políticamente incorrectos, que sí saben divertirse a lo grande?
No pierdan el tiempo, que jodan al osito de peluche...
Saludos.

martes, 15 de octubre de 2024

Sigan al líder


 

Es extraño encontrarse con un film como THE PRIME OF MISS JEAN BRODIE, tan olvidado, arrinconado casi, cuando mantiene intacta toda la fuerza de su endiablado y complejo discurso. Cierto que tuvo una distribución pésima, lo que ni siquiera fue obstáculo para la avalancha de nominaciones que obtuvo, culminando con el encumbramiento definitivo de Maggie Smith, ganadora en los BAFTA, pero sobre todo en los oscar, donde prácticamente acudía (es un decir, porque ni siquiera estuvo en la ceremonia) como invitada de piedra. Su reconocimiento no admite dudas, y Smith compone un personaje inasible, repleto de fuerza y debilidad, luminosa y oscura al tiempo, una mujer que no tendría cabida en la hipocresía actual, pero tampoco en la conservadora Edimburgo de los años 30, donde imparte clases en una conservadora escuela de señoritas, con la esperanza de que sus ideas liberales calen en sus alumnas. Contar en pocas líneas la complejidad de este personaje es tarea imposible, pero estamos ante una mujer resplandeciente, que no teme a su soltería, mientras pone a los hombres a sus pies y desafía el puritanismo de una directora que mueve cielo y tierra para expulsarla. El problema es que sus ideales, arcáicos, rozando la fantasía heróica, incluyen el panegírico desmesurado hacia dictadores como Mussolini o Franco, a los que retrata como "hombres de acción". El film tiene un mordaz e inteligente guion de Jay Presson Allen, que conecta magníficamente con la novela de la escritora escocesa Muriel Spark, componiendo una película rabiosamente moderna, incluso provocadora, y que necesita más de un visionado para captar sus capas de significado y sus feroces y desafiantes contradicciones morales. El trabajo de Smith sublima lo impecable, convirtiendo la afectación en naturalidad, en un terreno vedado para privilegiados de la interpretación.
Impresionane película.
Saludos.

lunes, 14 de octubre de 2024

Donde se oculta la leyenda


 

Para cerrar este pequeño repaso a títulos recientes del western, me he acordado de una recomendación que me hicieron hace ya algún tiempo, y que reconozco que me había pasado totalmente desapercibida. OLD HENRY consigue eso tan difícil de ser original, apenas aferrándose a una sola idea, manteniéndola convenientemente oculta hasta llegar a un clímax, que no por esperado es menos efectivo y sorprendente. Con una maravillosa interpretación a cargo de Tim Blake Nelson, uno de esos actores de físico difícil pero enorme talento, volvemos a la figura de ese hombre taciturno, retirado voluntariamente del mundanal ruido, que se ocupa de una apartada granja junto a su hijo. La llegada de un extraño, gravemente herido, desencadena un dilema imposible de resolver, y que pone a prueba a este hombre, que debe elegir entre su propia supervivencia o enfrentarse a los perseguidores del visitante, descubriendo poco a poco una verdad más extraña de lo que suponía. No queda aquí el argumento, que aún se permite un último e impactante giro, que es el gran hallazgo de la esta película de maneras modestas pero cuidada factura. Una de esas sorpresas que surgen inesperadamente, y que mantienen viva nuestra fe en la construcción de guiones sin añadidos innecesarios, al viejo estilo que el film parece invocar en cada escena.
Sin ser notable, es un muy buen western contemporáneo, y no es poco.
Saludos.

domingo, 13 de octubre de 2024

Rincón del freak #617: Las bondades del cartón piedra


 

Por mantener esta semana con cierta coherencia incluso en domingo, acordémonos de cuando Mel Brooks sublimó la cosa esta del spoof con un western en el que un tipo llamado Heldy Lamarr quiere hacer pasar un ferrocarril por un pueblo, y para desalojarlo no se le ocurre otra cosa que nombrar sheriff a uno de los trabajadores negros, con la desgracia de que el tipo es más listo de lo que piensa, y junto a un pistolero borracho acabará por arruinar sus planes. BLAZING SADDLES ha pasado a la historia, más que por sus bondades cinematográficas, por pasarse por el arco del triunfo toda la mitología del género, para terminar haciendo lo que más le gustaba, un vodevil repleto de números musicales, chistes absurdos y un apoteosis final que derriba la cuarta pared, la quinta y la sexta. Vista hoy, creo que tiene menos gracia que hace unos años, y algunos de sus chistes han envejecido regular, pero también es justo reconocer que Brooks ha sido uno de los comediantes más irreverentes de todo Hollywood, y en sus películas se salvaba poca gente. Verla hoy necesita un poco de indulgencia y relajo moral, pero no es menos cierto que es otra de esas películas que te salva una tarde aburrida con muy poco esfuerzo, y por eso mismo la recomendamos...
Saludos.

sábado, 12 de octubre de 2024

Los escapistas


 

Se acaba de estrenar THE THICKET, un western extraño y como queriendo evadirse de todas las mitologías y correspondencias del género, pero que aun así es capaz de erigir algunas ideas interesantes, que la dejan como un curioso ejercicio de renovación del mismo. Siete años han pasado desde el último largometraje dirigido por Elliott Lester, que presenta aquí la típica historia de venganza, partiendo del rapto de una joven por una cruel y sanguinaria forajida (una brutal Juliette Lewis, que es lo mejor del film), y la desesperada búsqueda emprendida por su hermano, que recluta por el camino a un improbable pistolero, interpretado por Peter Dinklage, demostrando otra vez que es un actor tremendo. Hay pequeños detalles diseminados, como la aparición de vehículos motorizados, que nos ubican en un mundo ya agonizante, o la valentía a la hora de plantear una violencia cruda, sin guardarse mucho. Por el contrario, la película se nota renqueante en el ritmo, con problemas de continuidad de guion, o el desequilibrio a la hora de priorizar algunos roles.
Ahora bien, ver a esta temible y renacida Juliette Lewis pateando a James Hetfield... Preciosa alegoría, claro que sí...
Saludos.

viernes, 11 de octubre de 2024

La carta de amor


 

La carta de amor no debe ser sentimentalista, pero tampoco ha de eludir los sentimientos. Nada mejor para ubicar el destartalado gigantismo de HORIZON que repescar sin solución de continuidad OPEN RANGE, o la auténtica reivindicación de Kevin Costner como el gran director de westerns que es, sin medias tintas. Película grande y pequeña al mismo tiempo, concebida a modo de embudo, con un inicio de babita caída, con un primerizo James Muro fotografiando unas panorámicas celestiales, hidromiel para una pantalla grande, y con una presentación de personajes ejemplar, deudora de los maestros en esto de la concisión, y que se aprovecha (cómo no hacerlo) del estado de gracia de una pareja protagonista impresionante, formada por el propio Costner en uno de sus personajes más complejos y completos, y un colosal Robert Duvall, por mucho que el hijo de perra nos malacostumbrara a sus clases magistrales de interpretación. Es una historia simple, incluso parca en detalles, pero que sabe qué cuerda tocar en cada momento, y que nos lleva en volandas de esos "campos abiertos" hasta el pueblo donde el cacique de turno les hará la vida imposible por motivos que parecen atávicos, mostrando el sesgo cuasi mitológico que todo western debe al menos aspirar a tener. Sin contar casi nada (y es mejor así), sólo rubrico con el detalle de que uno de los mejores tiroteos de todos los tiempos (y juro que no estoy exagerando) ha de necesitar nada menos que una hora y cuarenta y cinco minutos previos sin que se malgaste una sola bala. Es sacarse la chorra o elaborar un sentido homenaje a esos clásicos, cuyos creadores manejaban la contención con mano maestra, para culminar en un estallido, siempre rabioso, y bello, y con el cuadro de la dignidad colgando muy al fondo...
Le falta un nosequé para ser una obra maestra.
Saludos.

jueves, 10 de octubre de 2024

Conecta como puedas


 

Pocas películas me han dejado tan descolocado este curso como lo ha hecho HORIZON: AN AMERICAN SAGA. CHAPTER 1. Primeramente porque desconozco la intención de Kevin Costner, su empeño por poner en pie un proyecto faraónico, una especie de "western total", capaz de aglutinar el "gran género" en todas y cada una de sus vertientes. Complicado, pero no imposible. Ahora bien ¿Qué diablos es este HORIZON? ¿Una epopeya sobre la conquista del Oeste? ¿Un nuevo acercamiento a la figura del héroe solitario? ¿Otra reconciliación con los pueblos nativos? ¿Un homenaje al Monument Valley fordiano? ¿Un relato atravesado por la tensión entre los forajidos y los forjadores de comunidades? En perspectiva, es todo eso, pero contado y explicado de una forma muy rara. Está claro que esto ha costado un riñón, y de momento se puede hablar de fracaso económico, lo que no es extraño cuando se desvelan las intenciones de su creador y valedor. Costner pretende valerse de las bondades de la serialización, pero sin renunciar al peso específico de una superproducción para salas. Como concepto puede sonar revolucionario, y más si tenemos en cuenta que la idea es elevar esto a una cuarta potencia, cuatriplicando una apuesta que, visto lo visto, podría quedar apenas a la mitad. 
Y luego está la película, "las películas" más bien. Personajes que aparecen y desaparecen sin llegar a dejar ninguna huella; motivaciones argumentales aparentemente graves, pero que son insinuadas sin un desarrollo claro; planos palpitantes, a ras de piel, confrontados a panorámicas apabullantes pero que rozan la gratuidad, como un homenaje constante, y por ello cansino. Y luego está el montaje. He visto películas de Tarantino y he leído a Cortázar... Si alguien es capaz de explicarme dos o tres encadenados de esta película lo agradecería mucho; y aun así, no dejo de pensar en que yo he podido irme hacia atrás (y habrán sido más de diez veces), pero esto en un cine debe ser tortuoso y frustrante.
¿Que si es una bazofia? Para nada. Es una película, ya digo, muy mal contada, pero tiene algunas escenas imbatibles, capaces de llevarte a otra época donde estas cosas se hacían de otra manera. 
Ojo, imposible ver los últimos cinco minutos sin pensar que te están tomando el pelo... ¿Llegaremos a ver las cuatro terminadas?...
Saludos.

miércoles, 9 de octubre de 2024

Los desesperados


 

A diez años de su estreno, reconozco que THE HOMESMAN me pasó totalmente desapercibida, pese a su gran reparto o su presencia en Cannes. Visto hoy, el segundo trabajo para cine de Tommy Lee Jones suscita varias reflexiones, como la posibilidad de desestandarizar el trabajo de los actores y actrices en el cine comercial, la exploración de formas narrativas más atrevidas, o emplear una mirada mucho menos condescendiente hacia el western como tótem intocable. Comienzo diciendo que no es nada fácil meterse en un film de estructura anómala, que se abre con su protagonista (solidísima Hilary Swank) desesperada por encontrar un marido, pero rechazada paradójicamente por su carácter, más cercano al masculino. Seguidamente, nos encontramos con la devastadora historia de tres mujeres, que literalmente pierden la razón por motivos a cual más escabroso. He aquí el imperceptible nexo entre la condición de esta mujer y la descabellada misión que asume, un poco como redención a su fracaso vital: conducir a estas mujeres en un largo trayecto hasta una especie de hospicio donde van a cuidarlas. En otro escorzo de guion, se nos presenta el personaje interpretado por el propio director, en una escena casi cómica, donde conocemos a un hombre complejo, tan tosco como respetuoso, que sustenta el improbable complemento de la protagonista, a la que va eclipsando imperceptiblemente. Y se puede acusar al film de deslavazado, despreciando los tonos de forma suicida; pero no es menos cierto que eso mismo le otorga un raro aliento poético, despiadado y mortífero, entre la sátira negra y la sepia fúnebre. Un inusual ejemplo de cine que no es ni clásico ni vanguardista, y que no tiene miedo de integrar el ridículo en las mismas estancias de lo sublime. 
Más que crepuscular, un western a ras de suelo.
Saludos.

martes, 8 de octubre de 2024

No se podía saber


 

Me da mucho coraje una película como THE DEAD DON'T HURT (esa traducción...), porque Viggo Mortensen, como a la mayoría de los mortales, me cae bien, y quizá hubiese merecido algo más de suerte en este bien ejecutado pero tibio western, que no sólo se conforma con caer en las trampas de guion que se plantea a sí misma (director y guionista), sino que se permite confundir el montaje desordenado con el creativo, lo que redunda en un par de situaciones que rozan la telenovela barata. En realidad, este film podría haber transcurrido en la actualidad, en Europa, o donde ustedes elijan; porque en el fondo, lo único que la sostiene es la creación de una atmósfera anticlimática, confiando en que los escasos estallidos de violencia sean suficientes para animar su lánguido discurrir. O también, me da coraje desaprovechar la química entre Mortensen y Vicky Krieps, presos de, insisto, un guion que los zarandea constantemente, juntos y separados. De hecho, y sin ningún ánimo por desvelar más de lo necesario (que es casi nada), estoy seguro de que cualquiera con un mínimo de bagaje exclamará, en un momento dado, la frase que encabeza esta reseña.
Es buena y mala a la vez. Un western raro y dislocado.
Saludos.

lunes, 7 de octubre de 2024

El escritor y su público


 

Ésta iba a ser una semana dedicada por entero al western más reciente, género al que algunas veces siento que no dedico todo el espacio y tiempo que debería. Más o menos va a ser así, pero me gustaría empezar la semana recordando la figura de Maggie Smith, que falleció recientemente, y que, pese a acumular una carrera larga e insigne, podría decirse que obtuvo un reconocimiento unánime con una edad en la que la mayoría de actrices tienen casi imposible encontrar papeles de enjundia. Es por ello que me he acordado de un film de 1965, al que rodea un curioso halo de artefacto extraño, pese a su inequívoca vocación popular y comercial. Lo primero que llama la atención de YOUNG CASSIDY está en su dirección, atribuida en principio al insigne director de fotografía (y discreto cineasta) Jack Cardiff, aunque es vox populi que éste era un proyecto lárgamente acariciado por John Ford, que en su retirada tuvo a bien ensalzar los valores de su "patria adoptiva", Irlanda, por lo que adquirió los derechos de las autobiografías del autor Sean O'Casey, controvertido dramaturgo conocido por su fuerte compromiso con el nacionalismo irlandés y los derechos de los trabajadores. Ford comenzó el rodaje, pero su avanzada edad lo obligó a retirarse al poco tiempo, delegando en su colega y amigo Jack Cardiff, que factura un film más que digno, repleto de la socarronería de Ford. El protagonista, John Cassidy (trasunto de O'Casey), es un joven y entusiasta aspirante a escritor, que intenta en vano salir de la pobreza sin renunciar a sus férreos valores, lo que le granjea no pocas enemistades, y deja su sueño literario en un fracaso constante. Justo hasta que conoce a una joven bibliotecaria, que parece la única persona capaz de ver su potencial. Protagonizada por una celebridad como Rod Taylor, supuso uno de los primeros papeles importantes de Maggie Smith, que viene a ser el contrapunto al interpretado por una joven Julie Christie, que parece quedarse con el joven apuesto, obviando su faceta literaria, a la que mira con condescendencia.
Película a descubrir, o ejemplo de esos films semienterrados por el tiempo, que mantienen su vigencia intacta, pero han quedado rezagados en filmografías tan exigentes y excelsas como la de su principal valedor, cuya sombra se extiende indisimulada por sobre su metraje.
Saludos.

domingo, 6 de octubre de 2024

Rincón del freak #616: Dimensión atroz favorecida por fluidos adulterados


Hay una lista, en realidad muchas, a las que no suelo prestar mucha atención, pero siempre están ahí, incluso para volver un día de esos idiotas, en los que desearías practicar el incógnito con los muebles de tu casa, pero ese entorno no hace más que volverse hostil e irritante. Entre un Earl Grey con bizcochitos, ceniceros que guardan minutos inútiles y aceptables imágenes de anuncios de contables, se comete el error de mirar en la dirección equivocada, sólo para descubrir cosas a las que probablemente sólo te hayas acercado tú en lo que va de año. No es cine, ni televisión, sino una "producción", en la que hay gente haciendo cosas para seguidamente marcharse a casa con un cheque mejor que otros. Nadie sabe qué diablos logra levantar estas bazofias sin pies ni cabeza, pero ojo: en QUEEN'S MESSENGER salía Christoph Waltz haciendo de malo ridículo con acento raro, varios años antes de que a uno que todos sabemos se le ocurriera que podría ser un magnífico actor. Esto se hace patente en esta basura infecta sin pies ni cabeza, donde es capaz de actuar con cierta dignidad, que iene un mérito incalculable. El mismo que me atribuyo por ser capaz de asistir a horrores dominicales como éste...
Saludos.

sábado, 5 de octubre de 2024

Prehipsteria


 

Olvídense de todo. De los cortes de pelo perfectos, las cejas depiladas, los chascarrillos cómplices, el tono de voz educado o las relaciones sociales circunstancialmente estructuradas. Lo peor de OUT OF DARKNESS es, sin más, su tontísimo y predecible guion, que se dedica a gorronear todos los lugares comunes de cualquier manual para escribir guiones en dos noches ¿Es un desastre? Pues no, sino más bien una serie B con pintas, porque el digital excluye las impurezas, que sirve para echar una tarde medianamente entretenida revolcándonos en un exotismo de pega, como cuando uno va a un centro comercial pensando que va a aprovechar el tiempo, mientras los escaparates le devuelven el reflejo cansado de otro fin de semana menos para despedirse del todo. En fin, si eres optimista lo llamas "slasher prehistórico", pero es la versión hipster (ruibarbo y aguacates sobre mármol) de Annaud...
Yo lo llamo completismo indefendible.
Saludos.

viernes, 4 de octubre de 2024

Inspiración o locura


 

Es buen momento para recuperar HOMBRE MIRANDO AL SUDESTE, en la que Eliseo Subiela exploraba los enigmas de la locura, proponiendo una pausa reflexiva y poética, en la que son puestas en cuestión las máximas que evitan, precisamente, que nos volvamos todos locos. Seguro que les suena. La historia de un hombre que aparece en un psiquiátrico, convirtiéndose en la obsesión de un médico, al no tener ninguna identidad conocida, como si se hubiese corporeizado repentinamente, al tiempo que le confiesa provenir de otro mundo, y que el mejor sitio donde podría pasar desapercibido es, claro, entre locos. Subiela, cineasta exacerbado, que nunca se guardaba nada en su intensa mirada fílmica, transita desde la genialidad a la gansada, con momentos inolvidables (la dirección de la orquesta) y otros menos inspirados, pero con una originalidad punzante, capaz de elaborar un sorprendente discurso crítico contra un estado político que no parece haber mejorado mucho en casi cuarenta años. Y sí, seguro que muchos han hecho galopar sus recuerdos hasta K-PAX, aquel indisimulado y en mi opinión estupendo remake, protagonizado por Kevin Spacey y Jeff Bridges; ésta es mejor, más cruda y desencantada, pero ambas suponen una vuelta de tuerca muy necesaria a la ciencia ficción capaz de poner a prueba a espectadores medianamente entrenados.
Saludos.

jueves, 3 de octubre de 2024

Filo romo


 

Decía Bukowski en un poema que era "el filo del vaso que corta y hace sangrar". Bukowski no sería el escritor más brillante, pero era capaz de desmontar muchas de las mentiras ocultas en la literatura, cuando ésta se convierte en un artificio pomposo para narcolépticos con ínfulas de Virgen del Amparo. MILLER'S GIRL es una librería bonita, con libros bien ordenados, una solterita con gafas que llegó a Bucay, café malo y carteles "hechos" para las límpidas estanterías. Hay mucho de eso hoy día en cualquier plataforma, pero la cosa se complica cuando te crees más incorrecto de lo que tu librería realmente ofrece. Con la excusa de eso tan inatestiguable de la literatura, sumamos este batiburrillo que pilla trocitos de LOLITA, lo salpimenta con un vergonzante amago de ¿QUIÉN TEME A VIRGINIA WOOLF?, pero en realidad no es más que un dramita muy intrascendente sobre adolescentes que dicen tacos y le tiran los tejos al profe. Parece más inteligente, pero va dejando tantas migas de pan que termina más cerca de las sombras de Grey que de Henry Miller, cuya tangencial invocación es de una ingenuidad que sería esperpéntica, de no ser el esperpento (bien entendido, se sabe) un camino literario difícil de domesticar. Incluso Martin Freeman parece más perdido que su propio personaje, que es mucho decir.
Sólo para señoros, señoras y señores ávidos de humedades mientras planchan los canesús del nietecito por nacer o piensan en la dificultad de hacer una Primitiva...
Saludos.

miércoles, 2 de octubre de 2024

El deseo de vivir


 

Ver a Gena Rowlands abrir THE NEON BIBLE, el entusiasmo, la expresión de vivir pese a todo, del recuerdo hecho carne, como un estar habiendo pasado, cantando y bailando, amando y cuidando, desde la resistencia de quien ya no tiene nada pero lo recuerda todo, incluso lo que a lo mejor ni siquiera fue. Adaptación imposible de una novela que no debería haber existido, la "otra novela", la que le dio unos dólares a la madre de ese escritor que tampoco fue jamás, y sólo fue cuando dejó de existir. Es una bellísima película, y amarga, realista desde su ensoñación perpetua, la evocación de un tiempo detenido y contradictorio, con la dureza de la falta de oportunidades amortiguada por la celebración de pequeños momentos en los que una mujer que quizá vivió mucho le cuenta a su sobrino aquel otro tiempo, como quien narra una fábula convenciéndose de que la ha vivido. Ver a Gena Rowlands cerrar este extraordinario film, olvidado como tantos otros, para nada reivindicado. Nosotros lo haremos para cerrar (por el momento) este pequeño homenaje a una actriz irrepetible, uno de esos escasísimos puentes entre una época mitificada hasta la náusea y otra, la nuestra, que se conforma con corear sableando a sus mayores. El protagonista de esta historia tampoco quiere crecer, pero siempre terminamos por hacerlo...
Saludos.

martes, 1 de octubre de 2024

Gernika blues


 

¿Queríais imagen depurada? ¿Experiencia sensorial? ¿Os vale la traición a la narración clásica? Somos muy pesaditos los que nos dedicamos a sufrir con el cine, analizar en lugar de abandonarnos al goce de ver cine. Nos convertimos entonces en voyeurs, y no en espectadores; y nos "hacemos" la idea de lo que la obra que hemos visto debe ser, en lugar de asimilar lo que el autor tiene que ofrecernos. La versión más explícita de este oxímoron la encontramos en LONGLEGS, que tiene todo lo antes descrito en su resbaladizo concepto, casi como si mirara directamente a los ojos a todos los correctores de estilo, capaces de desbrozar el corpus de un film sin tocarlo, pues su vistazo es ley. Me ha hecho gracia, eso sí, el enorme trabajo de promoción, basado en el típico "es mejor no desvelar nada", porque podríamos estar ante una de las historias más simples jamás filmadas, que no sólo muestra sus cartas desde el principio, sino que no tiene empacho alguno en zambullirse en cuanto lugar común se le presente. Si pudiéramos meter en una batidora EL SILENCIO DE LOS CORDEROS, PSICOSIS, LA SEMILLA DEL DIABLO y CARRIE, agitamos y nos vamos a sus momentos álgidos, tenemos esta descolocante fábula a contrapelo, preñada de jumpscares gratuitos, sobreactuaciones guiñolescas, subtramas que no llevan a ninguna parte y esa sensación de que "todo está en la cabeza de la protagonista", una Maika Monroe cuya parálisos facial rivaliza con el festival de la mueca de Nicolas Cage. Lo dije a propósito de aquella GRETEL Y HANSEL (sensiblemente superior): no subestimemos a los diseñadores de producción, porque pueden ahorrarte un pastizal en actores. Esta máxima, aquí, es el evangelio, y de repente nos vemos observando largos paseos entre árboles siniestros, cielos encapotados y suburbios donde no vive nadie. 
Ir a Gernika no equivale a ver el cuadro.
Está entre la obra maestra y el bodrio indefendible...
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!