lunes, 3 de junio de 2024

Sangre y leche


 

Baloji es un músico belga, de origen congoleño, que se alzó con el galardón a mejor director en Sitges con su ópera prima, un exuberante retablo de impecable factura visual, aunque una narrativa algo confusa. AUGURE es una mirada nada condescendiente a un país africano, el Congo, emancipado ya del colonialismo belga pero no de sus viejos fantasmas. Un territorio de supersticiones, donde las celebraciones o las ruinas responden a planes preconcebidos desde ese otro mundo de fantasmas y demonios, al cual llega Koffi, que se marchó dos décadas atrás a Bélgica, con la intención de reconciliarse con su familia, entregarles una dote y presentarles a su novia, embarazada de gemelos. El lema de la película parte de ahí, de la colisión entre la razón del mundo moderno y las cadenas invisibles y atávicas de la tradición, donde se dan la mano la brujería y los rituales, blancos o negros. El film, insisto, tiene una factura visual magnífica, poco recargada para el tema que aborda, y contiene algunos momentos emocionantes, aunque se hace arduo entrar en la amalgama de historias cruzadas, que llegan incluso a confundirse unas con otras. No es una película grandiosa, ni creo que lo pretenda, pero sí una mirada muy interesante, a veces reveladora, sobre esas otras culturas que normalmente tenemos tan alejadas y nos son tan desconocidas.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!