viernes, 29 de marzo de 2019

Las cloacas del poder



No me gusta el cine de Adam McKay, no lo he ocultado cuando filmaba aquellas patrañas con Will Ferrell y no lo voy a hacer ahora por mucho maquillaje que le ponga a sus actores y actrices. Y, no sé, porque es una sensación extraña la que me ha dejado VICE, como de no saber si me están contando algo muy en serio o se están riendo de mí. Así las cosas, las caracterizaciones están soberbias y las interpretaciones son magníficas, pero a McKay le cuesta decidirse por un tono uniforme y sereno; más bien diríase un extraño cruce entre el Scorsese más "lupino" y un desarraigado J. Pakula, y todo por intentar no salirse de un guion que no puede ser más que el que es, por mucho que sus protagonistas intentaran convencer al mundo de que era otro. La historia la conocemos, al menos la reciente, y por eso me resulta mucho más interesante el extenso arranque, justo hasta unos jocosos títulos de crédito que anuncian el falso fin de carrera de Dick Cheney, que parecía más que jubilado hasta que un ex borracho le llamó personalmente para postularse como su vicepresidente ¿Qué podía salir mal aparte de la inmunda falacia de la invasión de Irak tras el ataque a las Torres Gemelas? En fin, todo eso y más es VICE, nueva propuesta hollywoodense de ese cine ya característico y que yo doy en llamar (aunque el mérito es todo gusano) "de narices de goma". E insisto, aunque es demasiado e innecesariamente larga, pueden disfrutar con un impagable corolario de interpretaciones, especialmente la de unos estupendos y muy contenidos Christian Bale y Amy Adams.
Por cierto, de ocho nominaciones a los oscar sólo ganó el de mejor maquillaje. Será casualidad...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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