martes, 19 de marzo de 2019
La clase de Lubitsch #8
MADAME DUBARRY es una película extraña para lo que Ernst Lubitsch apuntaba en la mayoría de sus trabajos, y probablemente lo más cerca que estuvo nunca de rendirse a los encantos del "gran relato" o superproducción. Aun así, su visión de la humilde cortesana, hija ilegítima de un clérigo y cuyos encantos la ascendieron hasta ser favorita de Luis XV, dista de perderse en grandes magnitudes, ni siquiera en sus dos horas de duración, que transcurren en su mayoría en planos intimistas. Pola Negri y Emil Jannings protagonizan esta interesante y elocuente elipsis, la que va desde el "inocente" arribismo de la joven Jeanne Vaubernier, que escala posiciones en una corte caprichosa y decadente, hasta llegar a ser condesa, aunque sus precedentes consistían en seducir a todo hombre de posición que se le cruzara. El encuentro con el monarca es decisivo para el tramo final del film, en el que se ponen de manifiesto los sentimientos encontrados de una mujer que se debate entre su recién adquirida posición social y el amor que guarda para un hombre común, pero que es el único que la entiende. Sólo muy al final, Lubitsch se descoca y decide filmar el repentino estallido de la Revolución, con unos planos generales que, admitámoslo, no pasarán a la historia como lo mejor de su cine. Y es que hay una sentencia que advierte no pretender parecerse a un combinado entre Griffith y Eisenstein, ustedes comprenden...
Saludos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario